La osteoporosis, es una enfermedad esquelética generalizada que consiste en la disminución de la densidad de la masa ósea. Por lo que, la micro-arquitectura de los huesos se va deteriorando haciéndolos más porosos, frágiles y propensos a una fractura incluso de manera espontánea. La patología de esta enfermedad es asintomática, por los que no presenta unos claros síntomas de osteoporosis. Debido a ello, puede pasar desapercibida por largo tiempo hasta manifestarse posiblemente en una fisura de algún hueso.
Causas de la osteoporosis
Los cambios metabólicos que ocurren en las cavidades óseas, se producen durante toda la vida con movimientos que se alternan entre la formación y la destrucción del hueso. Éste, es un tejido vivo que se mantiene en renovación constante. Mientras se forma hueso nuevo (formación) se destruye, simultáneamente, hueso envejecido (reabsorción). Este proceso es regulado por diversas hormonas, acompañado de factores externos como la actividad física, los hábitos alimenticios, vicios y la ingesta de Vitamina D, entre otros.
Normalmente, un individuo puede alcanzar la máxima cantidad de masa ósea entre los 30 y los 35 años de vida. A partir de entonces, comienza un proceso de pérdida natural de esta masa. Otras causas de este padecimiento, pueden ser el consumo indiscriminado de alcohol, fármacos y enfermedades inflamatorias, endocrinas, hepáticas, entre otras. Sin embargo, es la menopausia uno de los factores más influyentes en su desarrollo. Puesto que, la pérdida de la función de los ovarios produce un incremento de la permeabilidad de los huesos. Es por esto, que la mayor propensión a esta enfermedad la tienen las mujeres.
Síntomas de osteoporosis
La osteoporosis es conocida como “epidemia silenciosa”. Ya que, los síntomas de osteoporosis no se presentan hasta que el deterioro del hueso es tan importante que aparecen fracturas. Éstas, son rupturas del hueso que suelen darse con más frecuencia en las vértebras, caderas y muñecas. En este sentido, se da especial importancia a las fracturas de caderas. Pues para su tratamiento, se requiere de una intervención quirúrgica y posterior rehabilitación.
Lamentablemente, en algunos casos en los que las fracturas no manifiestan síntomas de osteoporosis. Es el caso de algunas fracturas vertebrales, se desaprovecha la oportunidad de desacelerar la pérdida de masa ósea. Y por ende, disminuir el riesgo de nuevas rupturas.
Tratamiento
La administración de un tratamiento médico, dependerá de las condiciones del paciente. Por lo general, debe seguirse de manera constante por años y su objetivo primordial es la disminución de la cantidad de fracturas por fragilidad. Entre los tratamientos se encuentran el antirresortivo, que pretende evitar la pérdida de masa ósea a través de fármacos como los bifosfonatos, desonumab y estrógenos.
Otro tratamiento es el osteoformador, que busca estimular la formación de un hueso nuevo con la administración de teriparatida. Finalmente, un tratamiento mixto, es decir, antirresortivo y osteoformador con un fármaco denominado ranelato de estroncio.
No obstante como condición general, es recomendable mantener hábitos saludables. Como lo son una dieta balanceada rica en calcio, la práctica diaria de ejercicio, con el debido control para evitar posibles caídas. Así como la eliminación de hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol y asistir regularmente a control médico.
