La psicología inversa es una de las ramas de dicha ciencia más estudiados y explorados en los últimos años. Se basa en el uso de patrones que puedan reprogramar a un individuo hacer algo que no quisiera hacer.

Aunque suene como algo completamente incorrecto, es posible utilizar la psicología inversa para manipular a un individuo. De esta manera, podemos convencerlos de realizar una acción que de otra forma no harían. Además, es posible convencer a alguien que siga las instrucciones que les damos. Puede que suene como algo malo, pero de esta manera podemos mejorar la actitud de una persona. A continuación vamos a hablar de cómo podemos utilizar la psicología inversa.

Crear curiosidad en lo prohibido

Cómo usar la psicología inversa

El ser humano es un ser naturalmente curioso, siempre interesado en descubrir nuevas cosas y tener nuevas experiencias. Debido a esto, es posible utilizar esta virtud del ser humano para nuestro favor. Para esto, podemos utilizar la psicología inversa para crear curiosidad hacia algo que una persona no estaría interesada.

Hacer creer que algo es prohibido o no se debe hacer es una buena manera de utilizar la psicología inversa. De esta forma, el individuo puede comenzar a desear de forma inconsciente realizar esa acción. Esto se puede realizar con algunas acciones o situaciones que no son particularmente prohibidas. Pero, a través del uso de este tipo de manipulación psicológica, podemos hacer que así lo parezca.

La provocación encubierta

Cómo usar la psicología inversa

Además de ser una criatura curiosa, el ser humano es sumamente orgulloso y egocéntrico, haciéndolo sumamente fácil de manipular. Debido a esto, al cuestionar si alguien puede realizar una acción, podemos utilizar la psicología inversa a nuestro favor. De esta manera, al sentirse retados, muchos individuos no dudarán en demostrar que tienen las habilidades de hacerlo.

Este uso de la psicología inversa puede ser un poco riesgoso, ya que existen personas mucho más seguras. Debido a esto, es posible que estos individuos puedan detectar que los estamos intentando manipular. Es por eso que la psicología inversa es una práctica sumamente contraproducente, que puede causar problemas con otras personas.

Llevar la contraria es una forma de psicología inversa

Cómo usar la psicología inversa

Muchas personas detestan que les sea llevada la contraria, sobre todo en algo que ellos creen fuertemente. Pero, cuando se sienten contrariados, es posible que realicen ciertas acciones que queramos que hagan. Esto tipo de psicología inversa podemos utilizarla en situaciones que el otro individuo no quiera realizar.

También podemos utilizar esta forma de psicología inversa para convencer a la otra persona de una idea particular. Para esto, debemos fingir que pensamos en algo contrario a lo que el otro individuo cree. De esta forma, no sólo estaremos manipulando a que la otra persona diga lo que piensa. Al realizar esta acción, el otro individuo puede intentar convencernos que lo que él piensa es verdad.