Los ataques de hambre pueden aparecer a cualquier hora del día. Tiene que ver mucho con las ansias que se pueden sentir al momento de estrés, durante la menstruación o cuando hay frío. El aburrimiento y el sedentarismo pueden provocar también momentos en los que den muchas ganas de comer, así hayas almorzado o cenado poco tiempo antes.

De esta forma, no solamente los aspectos psicológicos, emocionales y hormonales inciden en que las personas tengan ganas de comer repentinas. La insulina juega un papel muy importante en estos episodios, ya que regula el azúcar en el organismo. Pero no todo está perdido, se puede evitar los ataques de hambre cambiando algunos métodos alimenticios.

Tomar cereales integrales en el desayuno para evitar los ataques de hambre

Es bien sabido que el desayuno es muy importante a la hora de comenzar el día, un buen desayuno impide que se pueda sentir hambriento a la mitad de las mañana. Si se quiere una buena fuente de energía, se debe ingerir leche, frutas y cereales, preferiblemente integrales. De esta forma, el organismo tendrá carbohidratos y fibra, los cuales le aportan mucha energía.

Se debe tener cuidado con el estrés

ataques de hambre

Cuando las personas sufren periodos de estrés, una hormona llamada cortisol es liberada por las glándulas suprarrenales. Esto hace que el organismo se motive y se estimule, lo que acrecienta también las ganas de comer, es por esta razón que las personas estresadas tienden a comer mucho. Más aún, tienden a comer alimentos con más calorías.

Se debe ser estricto con los horarios de las comidas

En primer lugar, nunca se debe saltar ninguna comida. Muchas personas piensan que saltándose alguna comida diaria, se baja de peso, pero nada más alejado de la realidad. Comer a las horas correctas mantendrá los niveles de azúcar estables y la insulina estará en proporciones normales.

Del mismo modo, se debe comer al menos cada 4 horas diarias y menos de una hora y media. Cuando se saltan las comidas, el apetito se sobre activa, conduciendo a la persona a comer de más y más rápido. Como se ha explicado antes, cuando no hay alimento en el organismo, la insulina entra en acción en grandes cantidades en la sangre.

Hay que comer despacio y masticar mucho para evitar los ataques de hambre

Cuando la gente mastica muy poco y come muy rápido, es muy fácil ingerir grandes cantidades de alimento. Como nota adicional, la sensación de saciedad ocurre unos 25 minutos después de comer, así que lo recomendable es masticar hasta 30 veces por bocado para que se pueda comer lo justo y lo suficiente.

Se debe retirar las comidas menos saludables

Si se tienen galletas, tortas, papas fritas, dulces y cualquier alimento que pueden tentar a las personas a “picar” entre las comidas habituales, se deben guardar. Estos alimentos se pueden guardar en los armarios de la cocina. Se puede dejar a la vista los alimentos saludables y los que sacian por completo, como frutas, hortalizas y cereales.

Se puede engañar al cerebro para evitar los ataques de hambre

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Algunos estudios han demostrado que el cerebro tiende a mandar las órdenes de saciedad si los platos están vacíos. Por ello, se debe comer en platos más pequeños para poder engañar al cerebro con un plato limpio y sin sobras.