Millones de personas en todo el mundo padecen de la denominada presbicia o vista cansada. Se produce por el envejecimiento de esta estructura indispensable para una visión nítida.
Lo malo es que la presbicia no se puede prevenir porque está ligada al proceso degenerativo del ojo, y evoluciona con la edad, como muchas partes del organismo del ser humano.
Índice
¿Qué es la presbicia o vista cansada?
Es un defecto visual el cual no permite ver bien de cerca los objetos que tenemos delante. Las causas de la presbicia están bien definidas y todas tienen que ver con una serie de variaciones fisiológicas relacionadas con la edad avanzada.
El término presbicia, signifique “anciano” en griego antiguo y no es una casualidad ya que este proceso se produce con la edad. Técnicamente es la pérdida de elasticidad del cristalino, que provoca falta de visión en distancias próximas.
Esto hace que nuestros ojos no puedan hacer foco cuando queremos ver de cerca. Como señalamos más arriba, afecta generalmente después de los 40 años en persona que no tienen problemas de visión, en tanto que en miopes suele darse más a partir de los 50 años.
¿Cuáles son sus principales síntomas?
Los síntomas más comunes, de este defecto refractario del ojo, son:
- Dificultad para enfocar los objetos a poca distancia, es decir aquellos que se ubican menos de 1 m
- Necesidad de alejar un objeto para poder verlo mejor
- Sensación de que las letras de un texto “bailan” o están borrosas
- Dolor de cabeza al fijar la vista durante mucho tiempo
- Fatiga ocular, que se manifiesta mediante el ojo seco, enrojecimiento, escozor, sensación de arenilla, lagrimear, sobre todo al final del día
¿Qué tratamientos hay para la presbicia?
Aunque no es curable, hay algunos métodos que pueden utilizarse para paliar sus efectos. Entre ellos mencionamos:
Corrección óptica
El uso de las gafas son el método más habitual, pudiendo utilizarse diferentes tipos de cristales según las necesidades visuales de cada paciente.
Corrección quirúrgica
El avance en cirugía refractiva que existe en la actualidad permite corregir la presbicia para reducir la dependencia de gafas o lentillas en muchos pacientes.
Estos son las principales técnicas que se utilizan:
Cirugía láser: consiste en moldear la córnea para modificar su asfericidad (curvatura) y aumentar la profundidad de foco, compensando así la pérdida de acomodación del cristalino.
Implante de lentes intracorneales: combaten la dificultad para enfocar en la visión cercana incidiendo en la curvatura corneal.
Implante de lentes intraoculares: consiste en sustituir el cristalino por una lente pseudofáquica que a partir de cierta edad cumple su función de manera más efectiva.