Es posible que todos en algún momento hayamos visto a alguien ansioso, con un nivel de energía muy elevado, que mire a todos lados sin que se le escape el mas mínimo detalle, como esperando que algo suceda. Es fácil observar que esta persona se encuentra en tensión continuamente, la misma está mostrando Hipervigilancia, de la cual se hablará a continuación detalladamente.
La Hipervigilancia es un estado elevado de excitación, estrés o sensibilidad a ciertos estímulos sensoriales. Puede causar intensas reacciones emocionales, ansiedad y patrones impulsivos de comportamiento. El sujeto que lo padece suele manifestar hiperprosexias, en la que el nivel de atención es mucho mayor de lo que sería habitual y se enfoca con frecuencia en cualquier estímulo y detalle del contexto que lo rodea.
Quienes padecen de Hipervigilancia, los hace sentir atentos a los peligros ocultos: una sensación primaria de amenaza, una sensación de andar sobre cascaras de huevo sin saber por qué. En otros momentos puede ser una sensación de incertidumbre, de no saber qué pasará.
A menudo, las personas que experimentan hipervigilancia pueden ser susceptibles a sus propios sentimientos de impotencia, vulnerabilidad e inutilidad. Pueden sentirse incapaces para realizar actividades simples son personas complacientes. Muchas veces, estas personas reaccionan de manera agresiva para defenderse de alguna amenaza percibida.
¿Por qué ocurre la Hipervigilancia?
La hipervigilancia puede aparecer en momentos puntuales, sin necesidad de ser algo patológico. En el contexto de la psicopatología es frecuente su aparición en el transcurso de un trastorno delirante crónico o durante la esquizofrenia.
También suele aparecer en los trastornos de ansiedad y en los trastornos obsesivos, así como durante episodios maniacos. También puede deberse a haber crecido con un padre excesivamente ansioso y preocupado, un entorno familiar agresivo, con padres emocionalmente ausentes, que negaban o ignoraban al niño de forma severa y continuada o con padres psicológicamente abusivos.
Si los niños no han aprendido a procesar las emociones intensas, si sus padres no les permiten expresarse con normalidad, de adultos, se convierten muy susceptibles a las emociones y al comportamiento de los demás. Las emociones generadas al interactuar en relaciones cercanas pueden ponerlos en aleta y causar un estrés excesivo. La ansiedad que desencadena estas situaciones no puede ser procesada por completo y da lugar a que aparezca la hipervigilancia.
Síntomas
Algunos de los síntomas que experimentan las personas son:
- Dilatación de pupilas
- Aumento de la frecuencia cardiaca
- Insomnio
- Irritabilidad
- Ataques de pánico
- Delirios y alucinaciones
- Hiperactividad
- Reacciones bruscas
- Ansiedad extrema
- Terrores nocturnos
Tratamiento
La hipervigilancia es considerada como un síntoma. El tratamiento a emplear va a depender en gran medida de lo que lo haya originado. Es posible que en todos los casos exista ansiedad y un elevado nivel de activación, de manera que técnicas como la restructuración cognitiva resulte recomendado.
Las benzodiacepinas y otros ansiolíticos, así como algunos antidepresivos, pueden ser de utilidad para paliar posibles molestias al momento de realizar la terapia. En cuadros de etiología orgánica puede ser de utilidad aplicar diferentes procedimientos o fármacos, como por ejemplo el uso de antagonistas como la naloxona en caso de consumo de drogas.