Una embolia pulmonar, también conocida como tromboembolismo pulmonar, es una enfermedad respiratoria sumamente peligrosa. Esta se produce debido a la formación y desprendimiento de trombos, los cuales pueden obstruir las arterias pulmonares.
Debido a los problemas que puede ocasionar una embolia pulmonar, puede tratarse de una enfermedad mortal. La formación de estos trombos también puede afectar otras zonas del cuerpo, sobre todo las extremidades inferiores. Cuando esto sucede, se pueden producir coágulos e inflamación en las piernas. Además, esta enfermedad puede prevenir el paso de oxígeno por nuestro organismo. A continuación, conocernos los síntomas de esta enfermedad.
Índice
Causas de una embolia pulmonar
Normalmente, una embolia pulmonar se produce debido a la formación de un coágulo sanguíneo. Este coágulo suele desprenderse del torrente sanguíneo y viajar hacia los pulmones y otras partes del cuerpo. Esta enfermedad también puede estar relacionada por la formación de una trombosis venosa profunda en las piernas.
En otros casos, es posibles que las obstrucciones arteriales se produzcan debido a otros fenómenos. Por ejemplo, una burbuja de aire, acumulación de grasa y pedazos de un tumor pueden causar una embolia pulmonar. Esta enfermedad también puede producirse como una consecuencia de una operación o como una complicación de algún cáncer.
Síntomas de una embolia pulmonar
La embolia pulmonar es una enfermedad que no posee síntomas específicos, o incluso suele ser asintomática. Algunos de los síntomas que algunos pacientes pueden sufrir es la falta de aliento al respirar. Además, éstos pueden sentir una sensación de ahogo o asfixia durante el habla o después de realizar algunas actividades físicas.
A su vez, los pacientes que sufran de una embolia pulmonar pueden tener dolores o dificultades para respirar. Esta enfermedad también puede causar que el individuo sufra de presión arterial baja. Al mismo tiempo, esta condición puede causar aumentos en la frecuencia cardíaca. Los pacientes también pueden sufrir de mareos, náuseas, fatiga y dolores en la cavidad torácica.
Tratamientos para una embolia pulmonar
Para reducir los coágulos de sangre y prevenir que se formen nuevos coágulos, es necesario el uso de anticoagulantes. Esto es uno de los principales tratamientos para poder reducir los síntomas de una embolia pulmonar. El uso de trombolíticos también puede ser de gran ayuda para disolver los coágulos y evitar que se produzcan hemorragias. Estos medicamentos deben administrarse en los casos más severos de la enfermedad.
En algunos casos, la enfermedad puede producir complicaciones severas en un paciente. Debido a esto, es necesario el realizar filtros de la vena cava, los cuales ayudarán a tratar una embolia pulmonar. Además, este filtrado puede prevenir que los coágulos lleguen a los pulmones, pero no previene la formación de coágulos nuevos.