Existe un mal de la sociedad de hoy en día que consiste en cuestionar a las demás personas por todo lo que hacen. Este mal no es otro que ser criticón en su trabajo, aspecto, logros, en fin, lo negativizan. Las personas no se imaginan el daño que hacen y se hacen, con pertenecer al número de individuos que todo lo ven mal. Si hay un 99% de cosas buenas, siempre verán el 1% que no les parece, para criticar.
Es una acostumbre muy extendida en sociedad, trabajos, familias y relaciones, tal vez por mera competencia o envidia. Al querer estar en el sitio de alguien superior en economía, belleza, cargo gerencial, pareja etc. Lo que desean ganar, es la atención de los demás, y conglomerar a otros envidiosos o criticones igual o peor que ellos. Este comportamiento lo que revela al final es la soledad, baja autoestima y pocos valores espirituales y familiares del que practica la crítica.
Las personas avocadas al chisme o crítica malsana, comienzan a rodar una bola de comentarios del otro. Y según avanza el argumento falso o no, lo aderezan otros individuos con mentiras, haciendo una rueda sin fin muy peligrosa. A ello se exponen, ya que el daño pudiera representar la reputación de la persona criticada. Su puesto de trabajo o hasta la pérdida de un matrimonio, verse afectado en su capital, negocio, u otras cosas más graves. Por otro lado, cuando es conocido por esa acción en su ámbito diario, el criticón es visto de manera poco cordial. Es el que desea cercanía con los jefes para congraciarse con él, es el individuo que quiere enterarse de todo para su provecho. Causa daños morales alrededor y se limita a sí mismo por sus acciones, perdiendo credibilidad y confianza en su entorno.
Baja autoestima
La persona criticona está exponiendo lo peor de sí misma. Ejecuta críticas por el motivo de su baja autoestima, ya que supone compararse todo el tiempo con otros y no aceptarse. Esto en el día a día hace ver todas sus carencias con respecto a quienes critica. Porque lo más seguro es que desea estar en sus zapatos y tener lo que poseen.
Detrás de toda cítrica se esconden emociones negativas de quienes la procesan, además hay el deseo de ser escuchados de alguna forma. En el fondo la crítica habla de la persona misma que la dirige a otros. Y está sacando de sí, lo que pudieran ser sus propios temores y anhelos.
Ser criticón genera miedo al fracaso y al rechazo
Muy entendido es que, a través de la crítica, el criticón trata de esconder alguna faceta de si mismo. Ya que, al fijarse en algo malo del mundo exterior, está claro que algo no está bien en su mundo interior. Puede ser un miedo al fracaso o rechazo de los demás, y busca desmerecer a otros, para elevarse sobre los que le rodean. En el fondo sus carencias hablan de sí mismo y busca atención a gritos con sus críticas. Y en vez de buscar ser escuchados de otra forma, con sus acciones positivas, los criticones solo se fijan en los defectos de otros. Piensan que destruyendo a los demás no tienen límites para su evolución como personas y su éxito profesional, personal etc.
Envidia
El sentimiento más hostil es la envidia de las personas que critican sin piedad a otros. En ella subyace todo lo que queremos ser y no somos, lo que queremos obtener y no tenemos etc. Por tanto, la crítica malsana en todo, y en sí misma, es un reflejo de la envidia. Ya que nos retrae a lo que el envidioso o criticón ve como malo en otro, pero que desearía para sí mismo. Fama, fortuna, belleza, familia perfecta etc.