El nervio ciático es el responsable de la movilidad de la parte baja del cuerpo, sobre todo en las piernas. Se le conoce a la ciática como el dolor o debilidad muscular que se siente en las piernas. También como dolor de la ciática.

El dolor ciático suele ser diferente en distintas personas. Para algunos, es un dolor poco recurrente, pero que suele ser molesto. Por otra parte, otras personas suelen sentir un dolor fuerte y frecuente. El dolor de la ciática es producido por algunos daños del nervio. En el siguiente artículo vamos a hablar de algunas características de esta condición.

Síntomas de la ciática

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Síntomas de la ciática

Como queda dicho, la ciática se caracteriza como un dolor intenso en las piernas. Dicha molestia suele predominar en una de las dos piernas y suele ser más intensa en la parte posterior. A su vez, se origina en la parte baja de la espalda, pasando por los glúteos como un hormigueo.

El dolor de la ciática suele ser mucho más intenso al acostarse o al realizar algunos movimientos bruscos. Algunos individuos experimentan más molestias al levantarse con rapidez luego de estar mucho tiempo sentados. También suele presentarse con mucha intensidad al realizar algunas actividades físicas o cargar con mucho peso.

Causas de la ciática

La causa más común de la ciática es producida debido a un desgaste o lesión del nervio ciático. Esto puede ocurrir debido a la presencia de hernias discales en la zona lumbar. Normalmente, dichas hernias pueden producirse con la edad, aunque algunos traumatismos pueden agravar su aparición. La práctica constante de deportes o actividades físicas también es una de las causas comunes de la ciática.

Diagnóstico de la ciática

Diagnosticar la ciática es un proceso sumamente sencillo. Con una simple evaluación física, el médico puede valorar la gravedad de la condición. Para saber el origen del dolor y la gravedad del desgaste, algunos médicos deciden realizar algunas resonancias o radiografías.

Tratamientos para el dolor de la ciática

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Tratamientos de la ciática

En la mayoría de los casos, algunos ejercicios de rehabilitación son suficientes para reducir el dolor. Estas terapias son necesarias en caso que el dolor de la ciática no sea tan intenso ni frecuente. Normalmente, un tratamiento utilizando compresas que otorguen calor y frío, alternando ambas cada cierto tiempo. La acupuntura y algunos ajustes quiroprácticos también son necesarios en este tipo de dolores.

Existen casos en que el dolor de la ciática es intenso y no se corrige con los tratamientos anteriores. En estas situaciones es necesario recurrir a la cirugía. Existen dos tipos de tratamientos quirúrgicos para corregir la ciática.

En caso que el dolor de la ciática sea producido por una hernia, se procede a realizar una microdiscectomía. En este procedimiento, el cirujano retirará la parte de la hernia discal que esté presionando al nervio ciático. Cuando el dolor se debe a una estenosis del canal lumbar, se puede realizar una laminectomía lumbar. Dicha cirugía es necesaria para retirar el material óseo que esté causando daños en la zona lumbar.