La cáscara sagrada, es un extracto obtenido de la corteza del árbol Rhamnus purshiana. Es utilizado generalmente como laxante natural. De este árbol, originario del Noreste del Pacífico se extrae una sustancia de color marrón. La cual un complejo procesamiento, puede ser utilizado de diversas maneras para mejorar la salud. En este artículo, se detallarán los beneficios de la cáscara sagrada.

¿Cómo se obtiene la cáscara sagrada?

Una vez extraída de la corteza del árbol Rhamnus purshiana, se corta en trozos que dejan secarse por un lapso de un año aproximadamente. Este proceso que se conoce como envejecimiento de la corteza, permite liberarla de una sustancia tóxica denominada ramnotoxina. La cual, produce vómitos y cólicos. Posteriormente, es procesada para finalmente, comercializar en sus presentaciones de comprimidos o líquida.

cáscara sagrada

Composición nutricional de la cáscara sagrada

El principal nutriente que compone la cáscara sagrada es la Antraquinonas. Una sustancia con propiedades depurativas y laxantes. También, cuenta con derivados antracénicos como barbaloinal heterodiantronas, emodina y frangulina. Los glucósidos, sustancia rica en rhamnoxantina, emodol y crisaloina; ácidos como el crisofánico, siríngino y, finalmente, en el extracto de esta corteza se puede encontrar taninos, resinas, fibras y rhamnotoxina.

Beneficios de la cáscara sagrada

La cáscara sagrada, se usa principalmente, para mejorar los procesos digestivos y favorecer la limpieza del colon. Es un laxante natural no irritante para el tracto digestivo, si se administra en las dosis adecuadas. Ya que, apresura el proceso de defecación al estimular las terminaciones nerviosas del intestino. Aumenta el apetito cuando se usa como tónico amargo.

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En algunos casos y, relacionado con su función laxante, la cáscara sagrada se utiliza como un complemento para la pérdida de peso. Primeramente, porque al acelerar el tránsito intestinal, se reduce la retención de depósitos en el cuerpo. Además, favorece el buen funcionamiento del hígado por sus propiedades colagogas que ayudan a quemar las grasas porque acelera el metabolismo hepático. Finalmente, por su abundancia de ácidos y tantinos, reduce los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Precauciones

Aunque se reconocen las propiedades laxantes de la cáscara sagrada, es conveniente no abusar de su consumo. Los períodos de este tratamiento deben ser cortos, máximos de 8 a 10 días. Siempre bajo control de un especialista. Ya que, los principios activos de la corteza de la cáscara sagrada se excretan por la orina, la saliva, la bilis y la leche materna. Por eso, no se recomienda su uso durante la lactancia.

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Por otra parte, este producto está contraindicado durante el embarazo. Pues los derivados antraquinónicos, poseen un efecto oxitócico que contrae el músculo uterino. Igualmente, tampoco se recomienda para tratar el estreñimiento en casos de obstrucción e inflamación intestinal. Tampoco con la menstruación, cistitis, hemorroides, insuficiencia hepática, renal o cardíaca y en niños menores de seis años. Por otra parte, su consumo en exceso puede generar efectos secundarios como vómito, diarrea, flatulencias, dolor abdominal y malestar general.