Tal vez en más de una ocasión hemos sentido ese sentimiento o emoción que nos dice que no tenemos ganas de hacer nada. Esa situación que determina la expresión: “vivir sin ganas” ante cualquier evento estresante o de fracaso. Pues el cansancio, apatía y vivir sin gusto es un síntoma de depresión en sí. Hay más de 300 millones de personas en el mundo con depresión, siendo una enfermedad muy común y tratable además con el especialista. También hay personas que caen en estas circunstancias de abatimiento ante un trauma como el luto por pérdidas de familiares o ruina económica. Otras son por problemas de alcoholismo, drogas, deudas con la justicia, divorcios, en fin.
De estas experiencias puede surgir una depresión enmascarada que no se trate y aflorar en el futuro con todos sus síntomas. Además, está el luto no resuelto denominado así por los psicólogos y que corresponde a personas que no cerraron los ciclos. Esto es, luto no resuelto con la persona o evento que lo desencadenó, ya que se prolonga la desesperanza, la pérdida y pena. La persona va quedando entonces en un estado de indefensión y depresión, con la consecuente apatía por la vida y sus intereses.
¿Por qué sucede?
Ante un estado de malestar emocional profundo, la persona se debate entre algunos síntomas muy claros y son los siguientes:
- Apatía o desmotivación para hacer planes.
- Abulia, estar sin energía para hacer actividades.
- Cansancio, sentirse agotado.
- Desesperanza, sentirse sin expectativas a futuro.
¿Por qué se llega a estos síntomas? Por una cadena de situaciones, por dos o tres de ellas o una sola. Por ejemplo, abusos físicos o psicológicos que establecen experiencias traumáticas. Por dependencia de conductas, personas o vicios. Por autocritica, pensamientos depresivos desde la infancia, heredados o no. Se pueden dar estos sentimientos o circunstancias por efecto de las hormonas. Ya que las relacionadas a la menopausia, embarazo y pubertad pueden influir en el estado anímico fácilmente. Y las anteriormente mencionadas, pérdidas, ruina, divorcio, bullying, frustraciones, desamor, soledad, conflictos familiares, alcohol, desempleo, baja autoestima etc.
¿Cómo recuperarse de vivir sin ganas?
La manera de poder superar el sentimiento de no tener ganas de vivir o la depresión implícita, se puede aminorar con algunos consejos:
- Tomar iniciativa en cuidar de su persona, mejorando hábitos, añadiendo otros saludables, limpieza, arreglo, buena alimentación, ejercicios, espiritualidad.
- Descartando el pasado y el futuro, esto es, vivir el aquí y ahora con intensidad. No pensar en lo que no ha llegado o ya pasó.
- Planificar actividades que sean de su agrado; paseos, cine, cursos, viajes etc.
- Estudiar algo nuevo; jardinería, cocina, fotografía, donde se sienta a gusto la persona.
- Rodearse de gente positiva y conocer nuevas amistades.
- No juzgarse en exceso, ser asertivo y más amable consigo mismo, ante errores, falta de proyectos, en fin. Poder perdonarse a sí mismo.
- Siempre tener metas y verle el significado bueno a la vida.
- Hacer cosas que nos hagan sentir bien; una ducha, un café, un aroma, un hobby, una rutina, muy particular que nos agrade.