Los estereotipos han existido en la humanidad desde tiempos muy antiguos, formando concepciones que hoy en día se mantienen fijas. Estas concepciones afectan principalmente a las mujeres, las personas con sobrepeso y las personas de etnias diferentes. Los estereotipos imponen una imagen básica que todos los individuos englobados en ese grupo deben presentar según la sociedad. Y el ser humano se encarga de reforzar dicho estereotipo a través de la educación hacia sus hijos y nietos. Perpetuando así el estigma de que ciertas personas poseen tales o cuales características o maneras de comportarse.
A pesar del avance de las épocas, hoy en día todavía existen estereotipos que permanecen muy arraigados. El más destacado de ellos es el de la mujer como ama de casa y madre. Este estereotipo no permite que la mujer sea vista como una profesional, y toda mujer que difiera es vista con malos ojos. Afortunadamente, las mujeres de hoy en día utilizan sus posiciones en la sociedad para derrumbar este estereotipo tan dañino. A continuación, exploraremos cómo nos afectan los estereotipos en nuestro día a día.
¿Cómo nos afectan?
Aunque queramos ocultar nuestra relación con los estereotipos, siempre ha estado ahí, todos alguna vez hemos sido afectados por ellos. Desde la niñez nos enfrentamos a tales imágenes divisorias en el ambiente escolar e incluso familiar. Principalmente a través de estereotipos de raza y muy comúnmente de imagen corporal. Debido a que para la sociedad existe un modelo de cuerpo perfecto femenino y masculino, y los individuos se ven obligados a alcanzarlo. Esto cala lentamente en nuestra psique y nos lleva a cumplir con dicho estereotipo hasta puntos extremos.
Las personas obesas o muy delgadas se ven afectadas enormemente por el estereotipo del cuerpo ideal y en forma. Con mayor énfasis en la época actual, ya que las redes sociales contribuyen a reforzar este estereotipo. Esto conduce a burlas hacia el individuo que no cumple con los parámetros del cuerpo perfecto, afectando su salud emocional y psicológica. En muchos casos estas personas recurren a la anorexia y la bulimia ante la presión social de tener un cuerpo esbelto. Estos comportamientos pueden llevar a la muerte y a una desnutrición peligrosa del cuerpo.
Las personas que pertenecen a etnias raciales diferentes siempre han sido discriminadas por su color de piel o costumbres. Esto es algo muy arraigado en la sociedad, y es el estereotipo más complicado de eliminar en la humanidad. El acoso e incluso la masacre de personas de diferentes etnias ha conducido a guerras y conflictos mundiales. Este estereotipo se ve incentivado por las personas de raza blanca hacia las demás etnias raciales. Sin embargo, existe racismo entre casi todas las razas del mundo actual. Y el racismo se acompaña de la xenofobia, el sentimiento de detestar cualquier cultura diferente a la propia y condenarla por ello. Esto se expresa a través de los estereotipos creados para cada cultura, y con los que los miembros de dichas culturas deben lidiar.
¿Cómo evitar los estereotipos?
Evitar caer en estereotipos es algo bastante complicado, pero puede lograrse con la incidencia adecuada y con las acciones personales. En primer lugar, debemos convertirnos en buenos ciudadanos, promoviendo el buen trato al prójimo y a todos los que nos rodeen. A través de este buen trato, las personas se sentirán más seguras de confiar las unas en las otras. Debemos evitar el refuerzo de los estereotipos de género, permitiendo que hombres y mujeres se realicen como personas en los mismos ámbitos. Todo esto a la par, apoyándose como pareja y como equipo.
Las personas con sobrepeso o muy delgadas deben sentirse apoyadas por la sociedad, a través de campañas para fomentar una alimentación saludable. Este estereotipo debe eliminarse de la mano de la salud y el no juzgar a dichas personas. La sociedad debe derrumbar lentamente la imagen del cuerpo ideal. Esto se logra entendiendo que todos somos humanos, y que no existe tal imagen del cuerpo perfecto de revista.
Los estereotipos raciales deben eliminarse desde la educación de los niños, haciéndoles entender que todos somos humanos y debemos tener los mismos derechos y deberes. A través de una educación adecuada, las nuevas generaciones podrán salir al mundo con ideas de aceptación y respeto hacia los demás. Lo más importante es comprender que existen culturas diferentes y razas diferentes, pero nos une el hecho de ser humanos.