La ceguera al cambio es un término que manejan mucho los psicólogos. Define la incapacidad de las personas, para percibir cambios visuales a su alrededor si mantienen atención a otros estímulos. Se trata de que, al tener nuestra vista enfocada en una situación, en algo que estamos viendo. Podemos dejar de percibir otra que está pasando allí también, al unísono. El responsable de esto es el cerebro, es la corteza parietal derecha, cuyas neuronas, se desconectan, y hacen que no nos demos cuenta.
Por eso pareciera darse un enceguecimiento para ciertas cosas del entorno, por prestar más interés a otras. Puede ser que el cerebro no necesite muchos detalles de lo que vemos. Ya que no almacena decenas de cosas que le hagan comparar los cambios. La ceguera al cambio es una terminología que introdujo Ronald Rensinken en 1997. Existen dos tipos, una gradual y una brusca.
¿Por qué sucede la ceguera al cambio?
La ceguera al cambio se produce por mera desconexión neuronal de la corteza cerebral derecha. Son circunstancias inconscientes, representa una falta de detección de lo cambiante, que ocurre en el campo visual. La ceguera al cambio se produce por lo sofisticado de nuestro procesamiento visual, que a veces es engañado dejando de presenciar alguna variante en el mismo. Que puede ser introducida de forma rápida o lenta. De ahí que se denomine ceguera al cambio brusca la primera, y ceguera al cambio gradual la segunda.
De esto echan mano los magos en sus trucos de invisibilidad y trucos con cartas. Además del clásico “ahora lo ve y ahora no lo ve”, distrayendo el ojo y el cerebro del auditorio. También se ejemplifica en el teatro, cuando cambian actores sin mucha relevancia, sin que lo notemos nunca. Cuando sustituyen las cortinas del color original que tenían o las ropas que portaban los ejecutantes. Detalles esos que no fueron percibidos por nuestra vista en ningún momento, simplemente por estar pendientes de la obra. Y así infinidad de ejemplos.
Percepción natural humana
La ceguera al cambio o ceguera inatencional, no depende de donde esta nuestra mirada, sino de donde esta nuestra atención. Por ello es muy poco probable que se pueda evitar fácilmente, de algún modo siempre están pasando eventos a nuestro alrededor. Y a los cuales damos más preferencia visual que a otros, sin que estemos ante ningún menoscabo de alguna función orgánica o cerebral. Literalmente pasar por ceguera inatencional o ceguera al cambio es una condición inherente al humano, es normal y ocurre a todos.
Ahora, ¿cómo podemos estar ante un peligro de que no percibamos un elemento de importancia por la percepción de otros? Se han hecho estudios hasta con especialistas en radiología, insertando una figura como un cuerpo extraño en alguna Rx. Sin que se dieran cuenta alguna de su presencia al buscar otras patologías en ella. Conduce entonces a pensar que hasta expertos pueden fallar en el manejo de algo tan importante como los diagnósticos. En conclusión, los expertos no están inmunizados tampoco contra las limitaciones de la atención y percepción humanas.