Los pies son fundamentales para el equilibrio de nuestro sistema corporal y si sufren algún tipo de alteración esto suele provocar serios problemas de salud.
Cuando tenemos pies cavos esta estructura del cuerpo se ve resentida y puede perjudicar nuestro desplazamiento habitual.
Índice
¿Qué son los pies cavos?
Es una deformidad que se caracteriza por un aumento exagerado de la bóveda plantar, que es un arco que se forma por los elementos óseos, ligamentosos y musculares del pie.
La principal función de esta bóveda es la de amortiguar el impacto que se produce durante la marcha, además de permitir la adaptación a las irregularidades del terreno. También tiene la función de amortiguar las desviaciones que pudiera tener el talón.
Aunque muchas personas no lo sepan, es bastante frecuente entre la población general, y se suele presentar en sus formas más leves. Si el pie es ligeramente cavo no necesita un tratamiento porque no suele provocar molestias al caminar.
La edad de presentación está entre los ocho y doce años, aunque en ocasiones un paciente puede presentar el primer dedo en el nacimiento.
¿Cuáles son los síntomas del pie cavo?
Generalmente se empieza a manifestar en forma de dolor en la zona del arco y el talón así como en la zona del antepié y por debajo de los dedos.
El pie cavo provoca tensión muscular excesiva y rigidez de las articulaciones del pie. Los síntomas principales que aparecen son:
- Metatarsalgia: es decir un intenso dolor en almohadillas de la planta de los dedos al apoyar
- Talalgia: dolor en el talón al apoyar
- Problemas para calzarse
- Hiperqueratosis plantares: durezas dolorosas en zonas de apoyo
- Dificultad o cansancio extremo para permanecer de pie
- Dedos en garra o que se encuentran flexionados hacia dentro
- Puede aparecer tendinitis
- Lumbalgias frecuentes
¿Qué tratamientos hay para los pies cavos?
Aunque en la mayoría de los casos esta afección no produce molestias, hay casos en los que se hace necesario realizar un tratamiento específico.
El principal tratamiento es el uso de plantillas ortopédicas, que indicará el médico tratante. Se recomienda el uso de calzado cómodo, anchos y flexibles.
En algunos casos se recomienda la realización de masoterapia para preparar al pie para algunos de los siguientes ejercicios recomendados:
- El paciente deberá caminar descalzo sobre un suelo o superficie dura.
- Subir una superficie con pendiente apoyando primero el talón
- Bajar una superficie con pendiente de espaldas apoyando primero el talón
Si los ejercicios no logran calmar los dolores o molestias que pueda tener el paciente, algunos médicos recomiendan la cirugía que corrija todas y cada una de las causas de la deformidad.