Quizás ha sido cuestionado en el presente, el simple hecho de pensar operar las amígdalas a un hijo o a uno mismo, pero lo que sí es cierto es que en la actualidad se procede a este tratamiento quirúrgico bajo ciertos lineamientos que el especialista considere necesario. Entérate un poco más si en verdad necesitarás ¿Operar las amígdalas?
Índice
Amigdalitis y sus síntomas
La amigdalitis es conocida comúnmente como la inflamación de las amígdalas en la cavidad oral, puede ser de origen bacteriano cuando la microbiota de la boca es mayor de lo normal y afecta a estas glándulas, por otro lado puede ser de origen alérgico, esto puede presentarse al comer alimentos a los cuales seas intolerante.
Los síntomas más comunes que deben levantar tu sospecha de que tú o tu hijo sufran de amigdalitis son:
- Sensación de irritación en la garganta con expectoración verdosa.
- Disfonía.
- Dolor al comer o pasar saliva.
- Fiebre y escalofríos.
- Presencia de placas blanquecinas visibles (en algunos casos).
- Sensación de nauseas o vómitos.
- Malestar general.
¿Qué es la operación de las amígdalas?
Consiste en un procedimiento quirúrgico que realiza el médico otorrinolaringólogo para extirpar las amígdalas o también conocidas como anginas. Hace unas cuantas décadas atrás era un proceso muy común que se realizaba a muchos niños que sufrían cualquier tipo de infección bucal que inflamara sus amígdalas. Con el pasar de los años se ha decidido que no todos los niños deben ser operados.
Las principales razones por las cuales los médicos han reducido a casos selectivos la operación se basa en ciertas condiciones que deben aplicar para que el paciente sea un candidato a operar las amígdalas, entre ellas resaltan:
- Infecciones recurrentes con más de seis episodios al año por dos años seguidos.
- El paciente se encuentre con una apnea obstructiva nocturna, lo cual le impida respirar con normalidad durante las noches a tal punto de sentirse asfixiado.
- Que el especialista note alguna irregularidad en la formación de las anginas del paciente y decida someterlas a estudios para descartar enfermedades benignas o malignas.
Tratamiento pos-operatorio de las amígdala
sigue todas las indicaciones médicas y no olvides tomar los analgésicos que te sean asignados regularmente.
Los cuidados post-operatorios deben basarse en una hidratación constante y abundante
Tu alimentación debe ser principalmente fría y blanda, alimentos como helado y yogur son recomendados solo si los tolera.
Eliminar las bebidas y comidas calientes durante al menos 7 a 10 días, o hasta la próxima revisión médica.
Por último como consejo, evitar comer alimentos duros o difíciles de masticar, recuerda que tu boca debe mantener reposo.
Complicaciones de operar las amígdalas
Como ya se ha mencionado, la principal complicación radica en la dieta estricta. Se debe cumplir con el fin de preservar y mantener al paciente en un adecuado reposo.
Puede aparecer a los días dolores muy fuertes que inclusive puede costar conciliar el sueño, es por eso la importancia de los analgésicos.
Puede ser muy común tener nauseas a tal punto de vomitar los primeros dos días después de operar las amígdalas. La principal complicación seria ver sangre rojo brillante en el vomito, eso indicaría alguna perdida o ruptura de la sutura realizada, por otro lado la sangre oscura en el vomito si es común ya que puede quedar acumulada en el estomago al tragarla durante la operación.
Debes decirle a tu doctor si eres alérgico a algún fármaco, anestesia o si has sido operado anteriormente y tuviste el mismo percance.