Las semillas de lino tienen importantes propiedades para nuestra salud y pueden incorporarse a tu dieta diaria provocando múltiples beneficios. Millones de personas la consumen en todo el mundo, por su gran versatilidad para adaptarse a casi cualquier preparación culinaria.

Son consideradas uno de los alimentos de origen vegetal con más propiedades, ya que poseen importantes micronutrientes, fibra, manganeso, vitamina B1 y omega 3.

Una de las principales ventajas de las semillas de lino es que las podemos incorporar a nuestra dieta de manera fácil y natural. Hay muchas recetas y formas de consumirlas, las que te contaremos en este artículo.

semillas de lino

Existen distintas formas de incorporarlas a nuestra dieta

¿Cuáles son las propiedades de estas semillas?

Entre las principales propiedades de estas pequeñas semillas están

  • Propiedades diuréticas
  • Actúan contra el estreñimiento
  • Sirven para tratar el síndrome premenstrual
  • Ideales para baja de peso
  • Controla el colesterol
  • Para tratar afecciones oculares.
  • Tienen alto contenido de fibra y por ello purifican nuestro cuerpo
  • Efectos antioxidantes
  • Son una gran fuente de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6
  • Contienen vitamina E y B
  • En cuanto a minerales, poseen Yodo, hierro, zinc, magnesio, calcio, potasio, manganeso, silicio, cobre, níquel, fósforo y cromo, entre otros

¿Cómo se toman las semillas de lino?

Existen distintas formas de incorporarlas a nuestra dieta. Y lo más importante es que pueden añadir a los alimentos enteras o partidas y que además pueden colocarse crudas o cocinarse sin sacrificar sus principales propiedades.

semillas de lino

tienen muchos efectos buenos para nuestra salud

En cuanto a los alimentos puedes incorporarlas en panes, en galletas o cualquier tipo de preparación casera. Puedes también incorporar, por ejemplo, una cucharadita al momento de hacer la masa de un pastel o bizcocho, u otro postre.

3 formas de tomar semillas de lino

Hacer una Infusión de las semillas: generalmente asociadas a otras plantas laxantes, digestivas o hipolipemiantes. Se pueden tomar hasta tres tazas al día.

En uso externo como aceite: es un eficiente restaurador de las mucosas de la piel, en masaje o friegas, sobre quemaduras y eccemas.

La harina de linaza: en cataplasmas calientes sobre afecciones dermatológicas, dolores de espalda, cervicales, malas posturas, congestiones respiratorias y bronquitis.

Si las semillas son pequeñas pueden incorporarla directamente en casi cualquier plato de tu comida favorita o desayuno. Pero la mejor manera de digerirlas es si las mueles o trituras en el molinillo de café. Comienza a incorporarlas a tu dieta y verás sus múltiples beneficios.