La fístula anal es un conducto anormal dentro del canal anal, el cual termina en una apertura cerca del ano. Normalmente, ésta se produce como consecuencia de un absceso anal evolucionado.
La fístula anal es una condición relativamente común, sobre todo en hombres mayores de 30 años. El trayecto de la conexión puede atravesar los esfínteres del ano, hasta una apertura en el exterior del mismo. Debido a esto, las personas que sufren esta enfermedad suelen expulsar secreciones de pus o material fecal por dicho orificio. A continuación, hablaremos de cómo podemos diagnosticar y tratar esta enfermedad.
Índice
Síntomas de la fístula anal
Las primeras señales que presenta la fístula anal en una persona es un dolor intenso en la zona del ano. Este dolor viene acompañado por una presión e hinchazón alrededor de la zona. Además, comienzan a aparecer secreciones en orificios cerca de la cavidad anal, como pus, sangre o heces malolientes. En la mayoría de los casos, cuando la fístula haya terminado el drenaje, suelen cesar los dolores.
Otros síntomas comunes que se presentan cuando existe una fístula anal suelen ser un escozor constante por dicho orificio. Esta picazón es producida debido a una irritación que suele presentarse en la zona donde se encuentre la fístula. Por otra parte, algunos pacientes suelen presentar otrod síntomas, como fiebre, escalofríos o deshidratación.
Causas de la fístula anal
En la mayoría de los casos, las fístulas anales se originan por alguna lesión o herida producida durante una cirugía. También pueden darse debido a alguna infección o inflamación del canal anal. Estas infecciones aparecen debido a obstrucciones o abscesos de las glándulas anales por líquidos o mucosa. Dicha infección es, en algunos casos, causada por problemas de estreñimiento graves o algunas infecciones intestinales.
Existen otros factores que también producen la aparición de las fístulas anales. Por ejemplo, algunas enfermedades inflamatorias crónicas, como la enfermedad de Crohn, son las causas en algunos casos. Las enfermedades de trasmisión sexual producidas por sexo anal también son factores que producen esta condición. Algunos tipos de cánceres también son causantes de las fístulas anales.
Tipos de fístulas anales
Se catalogan las fístulas anales dependiendo de la trayectoria que tengan y las zonas que afecten. Existen cuatro tipos de fístulas conocidas, las cuales son:
- Interesfintérica: son las fístulas anales que atraviesan el esfínter interno.
- Transesfintérica: son las fístulas anales que atraviesan el esfínter interno y externo.
- Supraesfintérica: son las fístulas anales que atraviesan por encima del esfínter externo.
- Extraesfintérica: este tipo de fístulas anales no atraviesan ningún esfínter, sino que su trayecto va por afuera de éstos.
Prevención de las fístulas anales
La mejor forma de prevenir la aparición de fístulas anales es conocer sus causas. Por ejemplo, existen algunos casos donde algunas enfermedades intestinales causan algunas fisuras e infecciones en la zona anal. Para evitar estos problemas, debemos mantener una dieta rica en fibra, la cual regulará el correcto flujo intestinal. Además, se recomienda ingerir alimentos con propiedades antiinflamatorias, como algunas frutas y vegetales.
De la misma forma, para evitar la aparición de fístulas anales se debe evitar una vida sedentaria. El ejercicio y la buena higiene ayudan a fortalecer el sistema inmune y reducen el riesgo de contraer esta enfermedad. Es importante, a su vez, evitar alimentos ricos en azúcares, grasas saturadas o que contengan productos procesados. Por otra parte, es importante tomar algunas medidas de protección e higiene al mantener relaciones sexuales.
Diagnóstico de la fístula anal
El primer paso que realizará el médico especialista es buscar alguna fisura cerca de la cavidad anal. Éste hará un examen físico para determinar la zona y la trayectoria que esté afectada por la fístula anal. Para dicho examen, el facultativo tratará de encontrar alguna zona irritada y que cause dolor al tacto. También es posible que trate de drenar todos los líquidos o el pus acumulados en dicha apertura.
Existen algunos casos en los que la entrada a la fisura no es tan evidente o no se encuentra en el exterior. Para encontrar la fístula anal, el médico deberá emplear un endoscopio, para poder localizar la zona donde se encuentre. También es posible que se utilice una ecografía para conocer el recorrido o el lugar donde ésta se encuentre.
En algunas ocasiones, el médico especialista tratará de diagnosticar la causa por la que apareció la fístula anal. Por ejemplo, se puede realizar un análisis colonoscópico para saber si el paciente sufre de la enfermedad de Crohn. De esta manera, se podrá relacionar esta enfermedad con un tratamiento específico.
Tratamientos de la fístula anal
El único tratamiento viable con el que se puede solucionar una fístula anal es a través de un procedimiento quirúrgico. El tipo de cirugía a la que se debe someter el paciente dependerá de las características de la fisura. Dependiendo de la trayectoria y profundidad de la fístula, los procedimientos son los siguientes:
Fistulotomía
A través del uso de una sonda, se cortará la piel donde se encuentre la fisura y drenará los abscesos. Además, raspará la acumulación de tejidos de la fístula anal, tratando de cerrar el canal anal donde esté conectada. Por último, tratará de garantizar una cicatrización rápida del tejido, asegurando una pronta recuperación.
Fistulectomía
Utilizado en casos más complejos, este procedimiento se trata de la extirpación completa de la fístula anal. Durante el proceso, el médico especialista también tratará de reparar los esfínteres dañados. Debido a la complejidad de esta operación, el proceso de cicatrización y recuperación será mucho más lento.
Sedal o Seton
Existen tres tipos de procedimiento, los cuales tratan de eliminar cualquier rastro de fístula anal.
- Seton cortante: A través del uso de una seda quirúrgica, se seccionará la parte del esfínter donde se encuentre la fístula anal.
- Seton de drenaje: Utilizando la seda quirúrgica a través de la fístula anal, se tratará de drenar el pus de la misma. Esto se utiliza para evitar la formación de otro tipo de absesos.
- Seton guía: de la misma forma que el caso anterior, se tratará de mantener la fístula anal permeable. De esta forma, el segmento será preparado para ser intervenido quirúrgicamente.