¿Qué pasa cuándo nos dicen que aceptemos alguna situación? ¿Será lo mismo que resignarse frente a un obstáculo? Conoce la diferencia entre aceptación y resignación
Aceptación y resignación
Muchas veces podemos confundir estas palabras e incluso usarlas para el mismo significado. Sin embargo, son totalmente diferentes y siempre es bueno conocer el verdadero significado de las palabras.
¿Qué es la resignación?
La resignación implica ceder, renunciar, sentirse completamente impotente ante alguna situación.
Resignarse frente alguna situación puede ser más bien una excusa para no seguir esforzándonos y dar lo mejor de nosotros. Preferimos dejar de intentar y no buscar más soluciones a un problema o evitar alguna situación que requiere más esfuerzo de nuestra parte.
Preferimos quedarnos con nuestra pasividad, no intentar ser mejores, no ser proactivos. Optamos una opción fácil y que no requiera ni tiempo ni esfuerzo.
Estar resignados también nos desmotiva constantemente y no tenemos energía para poder enfrentar otros obstáculos de la vida. Esto pasa porque al no luchar por lo que queremos en el interior nos sentimos frustrados por no conseguir nuestras metas. Ser personas resignadas nos hace sentir mal con nosotros mismos al final del día, sin embargo, no hacemos nada para cambiar.
¿Qué es aceptar?
Aceptar significa estar abierto a las opciones que tengas y permitir todo lo que está sucediendo. Si te estás negando, resistiendo, defendiendo o luchando contra algo que es, realmente significa que no estás siendo consciente de lo que está sucediendo.
Aceptar es darnos cuenta de que hay cosas que no se pueden cambiar, pero no por falta de motivación, esfuerzo o constancia de nuestra parte, si no que simplemente es así. Y es aquí la diferencia con resignarse, debes aceptar, pero seguir adelante.
Al aceptar una situación, podremos pensar con más claridad las opciones que nos quedan, de esta manera podemos dirigir lo que está sucediendo hacia algo que nosotros prefiramos.
El poder aceptar nos permite avanzar rápidamente para ajustar nuestro pensamiento o comportamiento. Si una persona se estanca y no avanza hacia sus metas y siempre anda pesimista, eso quiere decir que lo más probable es que sea alguien resignado. Mientas que alguien que acepta y sigue, tiene más probabilidad de prosperar.
Debemos tener en claro que a veces no podemos controlar los problemas. Sólo queda ser realista y por nuestro bien seguir e incluso nuestra energía comienza a cambiar. No gastemos energía en algo que no se puede cambiar, en su lugar, busquemos una solución.
Estrategias para el éxito
Aquí hay tres estrategias para alcanzar tus metas. Son fáciles de recordar y te ayudarán en este proceso:
- Comprende la diferencia entre aceptación y renuncia.
- El verdadero poder es aprender a responder en lugar de reaccionar.
- Acepta, ajusta y avanza