Hoy hablaremos sobre el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) una enfermedad mental grave y que debe detectarse a tiempo para que la persona que lo sufra pueda tener un tratamiento adecuado.

Detectar un TLP

Detectar un TLP

Trastorno Límite de la Personalidad

El Trastorno Límite de la Personalidad afecta alrededor de un 2% de los adultos según algunos estudios. Puede manifestarse a través de algunos síntomas generales como la inestabilidad del estado de ánimo, la dificultad para relacionarse con otras personas. Además de autolesionarse y tener un comportamiento suicida.

¿Pero qué es el TLP?

El Trastorno de Personalidad Límite o Limítrofe es una enfermedad mental grave que se caracteriza como se mencionó con anterioridad por la inestabilidad del estado de ánimo- También, por tener problemas para relacionarse con los demás y otros síntomas que veremos con mayor profundidad más adelante.

Esta inestabilidad a menudo afecta la vida familiar y laboral, las planificaciones a largo plazo y el sentido de identidad de la persona que padece esta enfermedad.

Las personas que tienen TLP a menudo muestran altas tasas de comportamiento autoagresivo. Por ejemplo, cortes y en algunos casos severos intentos de suicidios. Lamentablemente algunos pueden llegar a concretar el suicidio.

Los síntomas del TLP y el riesgo del suicidio son mayores en la edad adulta joven y tienden a disminuir con la edad. Esta enfermedad es más común en mujeres que en hombres. Se dice que el 75% de los diagnósticos son entre mujeres.

¿Cómo detectar un TLP?

Para empezar una persona con TLP puede experimentar episodios intensos de ira, depresión o ansiedad. Estos episodios pueden durar solo horas o días.

Estos pueden estar asociados con episodios de agresión impulsiva, autolesiones y abuso de drogas o alcohol.

También tienen una percepción de incertidumbre sobre cómo se ven a sí mismo y cuál es el objetivo en este mundo. Como resultado, sus intereses y valores pueden cambiar de forma rápida.

Las personas con TLP por lo general tienen patrones altamente inestables de relaciones sociales.

Pueden desarrollar vínculos intensos y al mismo tiempo tormentosos. Las actitudes que tienen hacia su familia, amigos y seres queridos pueden cambiar de forma abrupta de la idealización. Pasan de gran admiración y amor a la devaluación con ira y disgusto intenso.

Por lo tanto pueden formar un vínculo de forma inmediata y llegar a idealizar a una persona, pero se si produce una leve separación o algún conflicto, cambian inesperadamente ese sentimiento al otro extremo, puede ser una ira incontrolable.

Las personas que tienen esta enfermedad son muy sensibles al rechazo, reaccionan con ira y con angustia a las separaciones leves. Incluso unas vacaciones, un viaje de negocio o un cambio repentino en los planes pueden estimular pensamientos negativos.

Estos temores de abandono parecen estar relacionados con dificultades conectadas emocionalmente con personas que son importantes para ellos y que cuando estas personas se encuentran ausentes hace que el individuo con TLP se sienta perdido y que quizás su vida no valga la pena.

Las amenazas e intentos de suicidios pueden ocurrir junto con un sentimiento de ira incontrolable por la percepción de abandono y decepciones.

También tienen otros comportamientos impulsivos, como el gasto excesivo de dinero, tienen una alimentación compulsiva. También, en el tema de las relaciones sexuales. La TLP a menudo es ligada a otros problemas psiquiátricos. Serían ejemplos como el trastorno bipolar, depresión, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y otros trastornos de la personalidad.

Otros síntomas

Otros signos o síntomas que pueden aparecer:

  • Esfuerzos para evitar el abandono real o imaginario. Debido a esto inician de forma rápida relaciones íntimas (físicas o emocionales). También, de interrumpir la comunicación con alguien antes de ser abandonados.
  • Comportamientos impulsivos y a menudo muy peligrosos, por ejemplo conducir de forma imprudente.
  • Sentimientos crónicos de vacío.
  • Dificultad para confiar, a veces este sentimiento es acompañado de un miedo irracional a las intenciones de otras personas.
  • Sentimientos de disociación, como sentirse separado de sí mismo, verse desde fuera del cuerpo o sentimientos de irrealidad.

Se debe tener en claro que no todas las personas con Trastorno Límite de la Personalidad experimentan todos los síntomas.
Algunas personas presentan solo unos pocos síntomas, mientras que otros tienen varios. Los síntomas pueden ser desencadenados por situaciones aparentemente ordinarios.

Detectar un TLP

Detectar un TLP ¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?

Las causas del Trastorno Límite de la Personalidad

Aunque se desconoce la causa de esta enfermedad, se cree que tanto los factores del entorno como los genéticos desempeñan un papel importante en la predisposición de las personas a los síntomas y rasgos del TLP.

Existen estudios que muestran que muchas personas con TLP tienen un historial de abuso, negligencia o separación cuando eran pequeños. Un 40% a 71% de los pacientes con TLP reportan haber sido abusados sexualmente.

Los investigadores creen que la enfermedad es el resultado de una combinación de vulnerabilidad al estrés del entorno, la negligencia o abuso cuando era niño y una serie de eventos que desencadenan la aparición del trastorno como adultos jóvenes.

La neurociencia ha revelado que existen mecanismos cerebrales subyacentes a la impulsividad, la inestabilidad del estado de ánimo, la agresión, la ira y las emociones negativas observadas en las personas que tienen esta enfermedad.

Los estudios sugieren que las personas predispuestas a la agresión impulsiva tienen una regulación deficiente de los circuitos neuronales que modulan la emoción.

Tratamiento para el Trastorno Límite de la Personalidad

El tratamiento recomendado para el Trastorno Límite de Personalidad incluye psicoterapia, medicamentos y apoyo grupo.
La psicoterapia grupal e individual ha demostrado ser una forma efectiva de tratamiento para muchos pacientes.

Los tratamientos relacionados con los farmacológicos por lo general se prescriben dependiendo de los síntomas específicos del paciente.

Los medicamentos antidepresivos y los estabilizadores del estado de ánimo pueden ser útiles para que la persona se sienta mejor de ánimo. Los fármacos antipsicóticos también pueden usarse cuando existen distorsiones en el pensamiento.