Las llagas o aftas bucales y del paladar son muy molestas, ocurren con bastante frecuencia y sus causas son variadas. Desde patologías verdaderamente benignas hasta presencia de lesiones precancerosas. Deben ser evaluadas por un especialista para determinar su origen real y si es necesario tomarles biopsia local.
La presencia de llagas en el paladar condiciona síntomas como, dolor, ardor, molestias al masticar y tragar, a veces ulceras y sangramientos. La mucosa oral, paladar, carrillos internos y garganta son muy sensibles a la presencia de agentes como bacterias, virus y hongos. Al invadir los tejidos se inflaman como respuesta inmunitaria y se presenta la lesión local. A continuación, exploraremos algunas causas de llagas en el paladar.
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Las quemaduras producen llagas
La temperatura de los alimentos es importante a la hora de cuidar las mucosas orales y del paladar. Pueden causar llagas en el paladar, las comidas excesivamente calientes, como bebidas, té, café, infusiones, quesos derretidos, sopas y salsas. También los químicos usados para limpiezas dentales o enjuagues bucales que contengan clorhexidina, por ejemplo. Al poseer muchas terminales nerviosas el paladar es objeto de sensibilidad extrema ante cáusticos.
La presentación no es otra que la de una quemadura, con vesículas y líquido en su interior más dolor local. Cicatrizan con rapidez, podremos tratarlas con gel de sábila, agua fría inmediata y dejar en la boca, leche o fármacos antiinflamatorios. Como las mucosas tienen alta capacidad para regenerarse, ello sucederá de manera fácil, sin dejar mayor cicatriz. Otro tratamiento de las llagas bucales lo constituye el ácido hialurónico, que regenera, hidrata y protege las mucosas agredidas por quemaduras.
Infecciones virales, fúngicas y bacterianas
Entre las causas de llagas en el paladar, se sitúan las infecciones de tipo bacteriano, viral y fúngico. Las más comunes son las virales, sobre todo en la población infantil y juvenil remitiendo a los 4 o 5 días de aparecer. No requieren tratamiento especial de ningún tipo, solo limpieza o tocamientos con soluciones iodadas. Se presentan como unos halos rojos o violáceos, sensibles y dolorosos, también pueden ser múltiples, y distribuidos en el paladar.
Las llagas bacterianas se producen por la bacteria estreptococo por lo general y se presentarán como una lesión inflamada y coronada de pus. Suelen ser más dolorosas que las anteriores e impiden comer con normalidad, también provocan halitosis o mal aliento. Se les deben suministrar antibióticos vía oral y tópicos en soluciones. La limpieza de la secreción purulenta con hisopos está indicada también para su mejoría.
Las llagas de origen fúngico son comúnmente acúmulos de material enmohecido, siendo la más común en observarse, la candidiasis oral. En estos casos habrá la lesión característica acompañada de mucho ardor y enrojecimiento alrededor del moho. Se les colocan soluciones de nistatina, con una gasa limpiando en barrido las aftas o haciendo gargarismos.
Consecuencia de fumar cigarrillos
El hábito del tabaquismo conduce a muchas consecuencias para la salud, entre ellas a llagas en el paladar. Los fumadores, al inhalar el humo del tabaco o del cigarrillo, se exponen a las sustancias toxicas que posee la nicotina. También a radicales libres y sustancias oxidantes que afectan los tejidos. El hábito reiterado del tabaco, el calor del humo, lo tóxico del mismo, más el hábito alcohólico cohabitando, provocan lesiones palatinas.
Las lesiones por tabaco y alcohol son del tipo leucoplasia o lesión blanca, que se considera precursor del cáncer de boca. En estos casos se trata de una lesión blanquecina de múltiples formas, alargadas, o redondeadas, desvitalizadas, secas y no dolorosas. Lo ideal es tomar biopsia de este tejido y de acuerdo a los resultados, extirparla si hay riesgo de padecer carcinoma.