El vitíligo es una enfermedad que afecta al 1% de la población en el mundo. Consiste en la degeneración progresiva de la pigmentación de la piel, sin distinción de etnia, sexo o edad. Es mucho más evidente, cuando afecta a personas de un color de piel más oscuro. Para algunos especialistas, esta enfermedad se ubica en las patologías de trastornos autoinmunes. Puesto que, los pacientes que padecen vitíligo, presentan mayor incidencia que otras afectaciones de salud de este tipo. Tales como la tiroiditis de Hashimoto, lupus, psoriasis, diabetes tipo I, entre otras. Sigue leyendo, y entérate de qué es el vitíligo, causas y tratamientos de esta enfermedad.
Vitíligo, causas y tratamientos
¿Cómo surge esta enfermedad?
Las causales de este trastorno, aun muy claras para la comunidad científica. Por tanto, los factores genéticamente hereditarios son elementos a considerar en las causas que le dan origen. Puesto que, entre un 20 a 30% de los pacientes que la padecen poseen antecedentes familiares. En la actualidad, existe la tendencia médica de ubicar el origen como un trastorno auto-inmune del organismo.
Esta conjetura, surge dado a que los pacientes con vitíligo presentan entre sus síntomas un proceso de producción inadecuada de linfocitos T y anticuerpos. Estos a su vez, afectan a los melanocitos o células responsables de la generación de la melanina. Una sustancia que define la pigmentación de nuestra piel. Sin embargo, muchos de los pacientes no poseen antecedentes de familiares portadores de vitíligo ni de cualquier otra enfermedad de carácter autoinmune.
Lo cierto es, que el vitíligo es producto de un proceso degenerativo que afecta negativamente a los melanocitos. Hasta el punto de destruirlos, y desaparecerlos progresivamente de nuestro organismo. Afectando así, la pigmentación natural de la superficie cutánea.
Síntomas
El vitíligo puede manifestarse a cualquier edad y en cualquier persona con tendencia a padecerla. Aunque el mayor porcentaje de quienes la tienen, la desarrollan entre los 20 a 30 años de su vida. El vitíligo vulgar, es la variante más común de esta enfermedad. Suele manifestarse causando placas difusas de zonas despigmentadas en el cuerpo fundamentalmente en las extremidades superiores e inferiores. Como el ombligo y ciertas partes de la cara como ojos, labios, alrededores de la boca, nariz y los genitales.
En las personas de piel oscura, la enfermedad es muchos más evidente. Presentándose en forma de manchas claras en forma de placas, delimitando claramente las partes sanas y afectadas de la piel. La manifestación de las lesiones, se presenta de forma simétrica afectando ambos lados del cuerpo. En otros casos, la enfermedad queda restringida y afecta solo a una parte del mismo. Puede causar además, despigmentación en encías y cabellos; entre otras manifestaciones.
Tratamiento
No hay consenso sobre si tiene o no cura. Por tanto, se han desarrollado varios tratamientos para esta patología según el caso y nivel de desarrollo y afectación de la misma. En el caso de pacientes con manifestaciones focalizadas en pequeñas áreas o de piel muy clara, un buen maquillaje para disimular las lesiones y el uso de protector solar para proteger la piel sana del bronceado, puede ser una buena alternativa.
En el caso con pacientes de piel oscura y lesiones en extendidas todo el cuerpo, fundamentalmente en rostro y brazos, se faculta tratamiento de fármacos para la re-pigmentación. Cuanto más temprano mejor. Aunque la respuesta al tratamiento con fármacos varía según el caso. La utilización de ungüentos de corticoides, resulta ser la primera alternativa de los pacientes que padecen la enfermedad con proceso de despigmentación menor al 10% de su cuerpo.
Para mostrar algún resultado se requieren al menos 3 meses de tratamiento. Sin embargo, el uso de este tópico puede producir de forma colateral algunas atrofias en la piel. En este caso, el paciente deberá visitar a su dermatólogo de forma periódica según el facultativo médico y la opinión de dicho especialista.
