La gratitud es definitivamente una virtud. Es reconocer que alguien te ha dado u ofrecido un beneficio, por el cual te debes sentir agradecido. Cuando la persona siente el valor de la gratitud, tiene ese deseo de agradecer lo que alguien ha hecho por ella. Este sentimiento, no nace como el resto de las emociones. Pues se requiere de una serie de valores, que son enseñados y que están inmersos en el ser humanos desde la infancia, adolescencia e incluso adultez. Esto nos hace entender como personas, la importancia del agradecimiento por los favores y beneficios recibidos.
Beneficios de la gratitud
El sentimiento de gratitud no solamente se da en los seres humanos. Pues, este también se pone de manifiesto en las mascotas. Evidenciando como los animales agradecen con sus muestras de afecto, ese cuidado que con tanto amor se les proporciona. No debemos olvidar que debemos ser capaces de darle el valor que merecen todas esas cosas que recibimos. La práctica de la gratitud nos hace más felices.
- Cuando se es agradecido, las emociones negativas como la depresión suelen reducirse. Incluso, los niveles de ansiedad tienden a bajar.
- La gratitud, hace a la persona menos proclive al dolor y otras molestias. Es decir, que favorece también nuestro cuerpo.
- Cuando las parejas sienten gratitud la una por la otra, eso favorece y fortalece su relación.
- Cuando las personas son agradecidas, tienden a conciliar mucho mejor el sueño. Ya que, se sienten bien consigo mismo y con su entorno.
- Haces sentir bien a otros ya que les agradeces lo que han hecho por ti.
- Poseer esta virtud, también hace que mantengas una actitud positiva ante la vida.
Promover la gratitud
La gratitud, es una virtud tan maravillosa que debe ser promovida en los seres humanos. Por esa razón, se les debe enseñar a los niños tanto en casa como en la escuela. Debemos dar importancia a la palabra gracias. No se deben desperdiciar los recursos con los cuales contamos, y que representan una bendición para quienes los recibimos. Cosas sencillas como el agua, los alimentos y la vida, son símbolos de agradecimiento.
Disfrutar y agradecer las actividades que se realizan en familia, también deben agradecerse. Incluso a nuestros seres queridos que nos han ayudado en la vida, como padres y amigos. Quienes con una serie de sacrificios han sabido llenarnos de cosas positivas y de bienestar. También, debemos enseñar a no ser egoístas. A entender y comprender, que no somos merecedores de todo porque esto dificulta la vivencia de esta virtud.
El individuo debe comprender que no solo es recibir, que también se debe dar. Por eso esta práctica de la gratitud, nos hace mejores seres humanos. Ya que, se tiene mayor empatía con el prójimo. Reconocer siempre que la vida nos sonríe, regalándonos pequeñas y grandes bendiciones. Además, de fomentar ese reconocimiento en cada uno de los ámbitos donde nos desenvolvamos.