La apnea obstructiva del sueño o apnea del sueño es una patología respiratoria. Las personas que la padecen presentan como característica principales el ronquido habitual, paradas de respiración de manera repentina y mucho sueño durante el día.

A consecuencia de esta enfermedad los pacientes no pueden descansar bien y padecen de somnolencia durante todo el día.

Esta patología se puede diagnosticas con algunos estudios y el profesional médico hará una evaluación personalizada y podrá derivar al paciente a un centro especializado en trastorno del sueño.

¿Qué es la apnea del sueño?

Suele ocurrir cuando las vías respiratorias superiores se bloquean repetidamente durante el sueño. A consecuencia de ello se produce una reducción o un detenimiento del flujo de aire.

Esto se conoce como apnea obstructiva del sueño. Cuando el cerebro no envía las señales necesarias para respirar, la afección se puede llamar apnea central del sueño.

Lo que ocurre durante una apnea del sueño es que músculos de la garganta y la lengua se relajan, obstruyendo la parte superior de las vías respiratorias y la respiración se hace difícil. Así el aire fluye con dificultad.

Se alternan fuertes ronquidos con algunos períodos de falta de respiración, desciende el oxígeno en la sangre y varía la frecuencia cardíaca. La persona se despertará y el sueño pasa de su estado profundo a uno superficial.

No se produce solo una vez esta secuencia, durante la noche, sino que pueden llegar a tener una frecuencia mayor de 20 a 30 veces durante una hora. Cada evento puede ocurrir en pocos segundos, o prolongarse por más de 30 segundos.

apnea del sueño

despertarse en la noche es un síntoma

¿Qué tipos de apneas del sueño existen?

Podemos distinguir tres tipos:

Apnea obstructiva del sueño: es la más común y la que padecen la mayor parte de los que tienen esta patología. Ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan.

Apnea central del sueño: ocurre cuando el cerebro no envía señales correctas a los músculos que controlan la respiración.

Síndrome de apnea compleja del sueño: ocurre cuando alguien padece apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño.

¿Cuáles son sus causas?

Existen varios factores que aumentan el riesgo de tener apnea del sueño, entre los que destacamos:

  • Tener cuello grande
  • La obesidad
  • Poseer el maxilar inferior más corto que el maxilar superior.
  • Formas del paladar o de la vía respiratoria que originan el colapso de la vía.
  • Tener una lengua que puede retrotraerse hasta bloquear la vía respiratoria.
  • Amígdalas grandes que pueden taponar la vía respiratoria.
  • La congestión nasal
  • Fumar

¿Cuáles son los síntomas de la apnea del sueño?

A veces es difícil determinar si se trata de una apnea obstructiva y la apnea central del sueño porque los síntomas coinciden. Entre los síntomas más comunes distinguimos:

Fuertes ronquidos: en la apnea obstructiva del sueño suelen ser más fuertes

  • Cesación de la respiración: ocurre durante el sueño y generalmente el paciente no lo nota sino que es advertido por otra persona
  • Despertarse con la boca seca: o con dolor de garganta
  • Despertares abruptos acompañados de falta de aire: síntomas característicos de la apnea central del sueño
  • Intensos dolores de cabeza: se manifiestan sobretodo durante la mañana
  • Somnolencia diurna excesiva
  • Problemas de atención en las actividades cotidianas
  • Insomnio
  • Irritabilidad

¿Cuándo debemos consultar al médico?

Cuando el paciente o la persona que duerme con él nota lo siguiente, será necesario consultar a un profesional médico:

  • Ronquidos muy fuertes que interrumpe el sueño de otras personas
  • Ahogamientos, jadeos o falta de aire que despierta a la persona que sufre de la patología
  • Pausas intermitentes en la respiración durante el sueño
  • Somnolencia excesiva en el día
apnea del sueño

muchas personas no duermen bien de noche

Tratamientos para la apnea del sueño

Cambios en el estilo de vida: cuando se trate de una caso leve el médico recomendará el cambio de hábitos como dejar de fumar, bajar de peso y comer sano.

Presión positiva continua en la vía aérea: se puede usar una máquina que se utiliza cuando la apnea es moderada. Por medio de una máscara, que el paciente se coloca sobre la nariz mientras duerme despejará las vías respiratorias.

No resulta muy cómodo este tratamiento pero es efectivo. Lo importante es conseguir una máscara que permita un perfecto ajuste de sus correas para que no moleste al dormir.

Presión positiva espiratoria en las vías respiratorias: son dispositivos son pequeños y desechables y se colocan en cada fosa nasal antes de irte a dormir. Contiene una válvula que permite que el aire transite libremente hacia adentro.

Aparatos bucales: mantienen la garganta abierta. Son más fáciles de usar aunque a veces no resulten muy efectivos. A veces alivian los ronquidos y la apnea obstructiva del sueño leve.

Cirugía: si otros tratamientos no dieron resultado, durante algún tiempo, se recomienda recurrir a la cirugía. Sobretodo para las personas que tienen problemas estructurales en la mandíbula.

El objetivo principal de una cirugía será agrandar las vías respiratorias a través de la nariz o la garganta. Hay distintas opciones de cirugías:

  • Extracción de tejido de la parte posterior de la boca y de la parte superior de la garganta.
  • Reposicionamiento de la mandíbula.
  • Creación de otra vía respiratoria (traqueotomía), si la patología es grave
  • Cirugía de nariz para retirar pólipos o enderezar partes desviadas entre las fosas nasales
  • Cirugía para eliminar las amígdalas o adenoides agrandadas
  • Cirugía para bajar de peso

Otras terapias

Se pueden tratar también otros problemas médicos relacionados con la apnea del sueño. Otras causas de esta patología suelen ser trastornos cardíacos o neuromusculares y si se tratan esos trastornos se pueden ayudar al cuadro general.

Entre esas otras terapias profundas encontramos:

Administrar oxígeno: cuando se padece de la apnea central del sueño puede ayudar el suministro de oxígeno. Se puede hacer mediante diversos dispositivos que enviarán el oxígenos a los pulmones del paciente.

Tratamiento conservador: el médico recomendará bajar de peso, no fumar, realizar deportes. Buena alimentación y la higiene del sueño, entre otras cosas.

Tratamientos farmacológicos: aunque no hay medicamentos que hayan demostrado ser eficaces para el tratamiento de esta enfermedad, algunos pueden aliviar los síntomas.