La gastroenteritis aguda es una patología muy frecuente del tracto digestivo, ya sea viral o bacteriana y requiere tratamiento urgente. Consiste en la inflamación de las mucosas del estomago y el intestino delgado, provocando síntomas muy molestos e incapacitantes. La forma de contagio es por vía oral, todo virus o bacteria se adquiere por contacto directo.
Esto es con alimentos, aguas u objetos contaminados que ingresan a la vía digestiva, o la manipulación manual de objetos. Los mismos se introducen en la mucosa o capa interna del estómago e intestino, delgado provocando su reproducción inmediata. El organismo activa sus defensas naturales tratando de impedirlo y se genera la inflamación de las estructuras con los síntomas consecuentes.
Dichos síntomas van desde las náuseas, vómitos, dolor abdominal cólico intenso, inapetencia y diarreas profusas, mal olientes o acuosas. Dependiendo del microorganismo se presentarán también fiebre, malestar general, deshidratación y postración causando ausentismo laboral con frecuencia. La gastroenteritis aguda puede ser grave o leve.
El tratamiento deberá de iniciarse de manera inmediata para reponer los líquidos perdidos por las diarreas. Además de mantener a raya el dolor incapacitante y desinflamar los tejidos digestivos. La forma viral con reposo, líquidos, sales rehidratantes, dieta y analgésicos debe de evolucionar adecuadamente. La forma bacteriana o de origen en bacterias siendo la Echerichia Coli la más común, debe recibir antibióticos.
Además de las otras medidas de soporte para garantizar el bienestar del paciente como dieta, líquidos y reposo. La E. Coli genera la mayoría de las infecciones intestinales y urinarias. Otras bacterias que pueden causar gastroenteritis son el estreptococo y el estafilococo siendo esta última bacteria, muy agresiva al presentarse.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas son muy floridos y se presentan casi de inmediato en la gastroenteritis aguda de origen bacteriano. En la gastroenteritis viral puede incubarse el virus unos tres días luego de la exposición al mismo y dar síntomas. Se presentan vómitos alimentarios o sea de contenido del alimento ingerido, copiosos o simplemente náuseas. El dolor abdominal es de tipo cólico, de fuerte intensidad y con arcadas repetidas.
Las evacuaciones se presentan como diarreas bien espumosas, muy mal olientes y múltiples con o sin moco, si es bacteriana. No es muy común la sangre, se trataría entonces de otras patologías asociadas al cuadro clínico como las Giardiasis y Amebiasis. Las diarreas bacterianas asociadas a la gastroenteritis producen irritación anal y picazón o prurito local posterior a las mismas. Tratándose de una infección, en las gastroenteritis bacterianas puede existir fiebre moderada de 38 a 39 grados según la intensidad.
Las diarreas de la gastroenteritis viral son muy frecuentes, más acuosas, o sea con más contenido de agua. No mal olientes y a veces pastosas, sin fiebre. La postración, fatiga, malestar general, inapetencia etc. se presentan en ambos tipos de gastroenteritis.
El diagnóstico se hace basado en la clínica o sea en los síntomas, de por sí, muy claros para la gastroenteritis. Por otro lado, también se pueden pedir pruebas de laboratorio, como exámenes de heces en fresco o un coprocultivo y antibiograma. Allí saldrá incluso especificado el tipo de bacteria que ocasiona la patología para mejor dirección del tratamiento. Además, se suele pedir una hematología completa para revisar el número de leucocitos en sangre. Siendo de utilidad al verlos elevados porque hace el diagnóstico de la infección de origen bacteriano.
Tratamiento de gastroenteritis aguda
El tratamiento de la gastroenteritis aguda consta, primero que nada, de medidas generales destinadas a darle soporte al paciente. O sea, lo que se denomina tratamiento sintomático, de acuerdo a los síntomas presentados durante la enfermedad. Si hubiese deshidratación por vómitos se reponen los líquidos por vía oral. Con caldos, sales de rehidratación oral, y bebidas energéticas altas en sodio y potasio, ya que debe haber depleción de electrolitos. Esto también se asocia a la cantidad de evacuaciones líquidas que predispone la gastroenteritis.
Se recomiendan dietas de protección gástrica basadas en pollo o pavo hervido, arroz blanco, galletas, zanahoria, té de manzanilla, gelatina. Ante el dolor se aplican antiespasmódicos, como la Hioscina y Bismuto. O Loperamida para detener las evacuaciones luego de un día de deposiciones constantes. Buscando depurar el virus o bacteria que está afectando al cuerpo. Los probióticos o el yogurt son muy favorecedores para reponer la flora intestinal perdida con las diarreas
En cuanto a las gastroenteritis bacterianas deben recibir antibioticoterapia de acuerdo al germen localizado. Responden mayormente al Trimetropin Sulfa o Bactrimel, y otras a la Ciprofloxacina por lo menos en 5 a 7 días.