Trastorno de identidad disociativo: síntomas y tratamientos

Uno de los trastornos psicológicos de mayor gravedad es el trastorno de identidad disociativo. Tiene carácter crónico y puede resultar invalidante ya que suele generar incapacidad en la persona que lo padece.

También conocido como de personalidad múltiple, suele ser grave porque muchas veces puede terminar con intentos de suicidio o en un suicidio consumado.

Los estudios demuestran que cerca de un 4% de los pacientes ingresados y de los consumidores abusivos de sustancias psicoactivas padecen trastorno de la personalidad disociativo.

¿Qué es el trastorno de identidad disociativo?

Es un trastorno psicológico caracterizado por la existencia de dos o más identidades o estados de la personalidad. Estos controlan el comportamiento del individuo de modo alternante.

Por ejemplo, el paciente que sufre este tipo de trastornos padece de una amnesia consistente en la incapacidad de recordar información personal relevante sobre alguna de las identidades coexistentes.

No siempre la amnesia es un síntoma en todas las personalidades, pero se da en gran parte de los casos, de forma que lo que desconoce una de las personalidades puede saberlo la otra.

¿Cuáles son los síntomas?

Pueden ser similares a los de la ansiedad, de las alteraciones de la personalidad, de la esquizofrenia y de los trastornos afectivos o de la epilepsia.

Los síntomas más comunes son:

• Depresión
• Ansiedad
• Dificultad para respirar, pulso acelerado, palpitaciones
• Fobias
• Ataques de pánico
• Disfunciones sexuales
• Alteraciones del apetito
• Estrés postraumático

Otros síntomas que simulan los de las enfermedades físicas.

Muchas personas con trastorno de identidad disociativo abusan del alcohol o de las drogas en algún momento de su vida.

Hay que destacar que las personas que sufren del trastorno de la personalidad disociativo tienen además signos característicos como: la capacidad fluctuante para asumir sus funciones en su trabajo o en el hogar, dolores de cabeza y distorsiones y errores en el tiempo y amnesia.

¿Cómo se trata esta patología?

Por lo general, el tratamiento más efectivo es la psicoterapia, facilitada por la hipnosis. El tratamiento puede aliviar algunos síntomas específicos, pero no tiene efectos sobre el trastorno en sí mismo.

Lo más común es que el pariente reciba dos sesiones de psicoterapia a la semana durante al menos 3 a 6 años.

Las sesiones tienen como objetivo integrar las personalidades en una personalidad única. También puede lograr alcanzar una interacción armoniosa entre ellas.

En cuanto al pronóstico de la enfermedad, hay pacientes que logran recuperarse casi por completo mientras que otros tienen una recuperación parcial y suelen volver con algunos episodios aislados.

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