La fimosis es un trastorno que se presenta comúnmente en el sexo masculino, específicamente en la región del pene. Puede desencadenarse a cualquier edad aunque en la mayoría de los casos son los niños quienes la padecen antes de llegar a la adolescencia.

Según estadísticas, se calcula que un 2% de los adolescentes sufren de esta afección. En el caso de los recién nacidos suele dificultarse la retracción del prepucio en un 95%.

Esta enfermedad se presenta a nivel de la piel que cubre la parte terminal del pene. Hace referencia a la estrechez de prepucio que imposibilita que el glande se pueda ver. A medida que el niño afectado avanza en edad, puede mejorar su problema de fimosis.

Lamentablemente, esta es una patología que no se puede prevenir.En un gran porcentaje se tiene la necesidad de realizar un tratamiento quirúrgico.

Si presentas este problema, es necesario consultar a tu médico especialista para hacer el diagnóstico y llevar a cabo el procedimiento correspondiente.

La Fimosis afecta únicamente a hombres

Los niños pueden sufrir esta patología antes de llegar a la adolescencia

Causas que provocan la fimosis

No hay una causa específica de por qué se produce la fimosis, solo se conoce que se origina por un trastorno a nivel de la piel que recubre el prepucio.

Varios expertos aseguran que la fimosis puede tratarse de una patología congénita.

Los padres puede tratar de realizar ciertas maniobras forzadas para retraer la piel del prepucio en los bebes durante la higiene diaria. Sin quererlo, se crean anillos fibrosos y adherencias balanoprepuciales en la zona del prepucio.

¿Conoces los síntomas de la fimosis?

La fimosis se evidencia a través de los siguientes síntomas: el niño o adulto puede presentar dolor al intentar descubrir el glande.

Puede presentar dolor al orinar, el calibre del chorro urinario es fino y no es recto con mucha frecuencia. Del mismo modo, suele tener inflamación del prepucio al orinar.

En el caso de un adolescente o adulto puede presentar dolor en el momento de la erección de fuerte intensidad que puede llegar a impedir el acto sexual.

Con frecuencia se evidencia inflamación del glande y del prepucio que aumenta el dolor ya existente.

Se evidencia la presencia de secreción blanca por higiene inadecuada o por la incapacidad de movilizar el prepucio. En este caso hay que descartar un proceso infeccioso agregado.

Si presentas alguno de los síntomas anteriores, es momento de acudir a un especialista.

Factores de riesgo

La presencia de finosis en niños, adolescentes y adultos aumenta el riesgo de padecer una infección del tracto urinario por disminución del flujo urinario.

Esto trae como consecuencia retención de secreciones a nivel del surco balanoprepucial.

Como se hace el diagnóstico de la fimosis

La Fimosis afecta únicamente a hombres

El diagnostico se realiza por medio de los signos y síntomas que refiere el paciente al acudir a la consulta con el especialista. Una vez en la consulta, el medico corrobora la presencia de irregularidades a nivel de la piel que recubre el glande.

En muchos casos, las madres de los bebes son las que se dan cuenta de esta irregularidad. Debe comunicárselo al pediatra y éste lo canaliza a través del cirujano infantil.

¿Conoces el tratamiento de la fimosis?

En los niños y los adolescentes que presentan esta patología el tratamiento es con pomadas o cremas. Se trata de un medicamento a base de corticoides para disminuir la inflamación de la zona. La tasa de éxito es elevada.

En otras ocasiones la solución al problema es la circuncisión. Con este procedimiento se retirará la piel y la mucosa que recubre al pene para poder dejar el glande libre de este excedente de piel.

Este procedimiento se realiza con anestesia local con excepción de los niños, donde se utiliza la  general. Es un procesos mínimamente invasivo y con una recuperación rápida. La cicatrización es inferior al mes y con unos pocos cuidados.

Cuidados después de la cirugía

La cirugía es un procedimiento muy sencillo para resolver la fimosis.

  • El mismo requiere de ciertos cuidados para evitar molestias y complicaciones posteriores al acto quirúrgico.
  • Se deben realizar las curas necesarias, las cuales se realizan en sus propias casas con el debido cuidado.
  • Hay que evitar ejercicios fuertes, en el caso de los niños correr o saltar hasta su completa restitución.
  • Es importante indicar antibióticos para prevenir alguna infección a nivel de la herida.
  • En caso de los adultos, no se deben tener relaciones sexuales por un plazo de 4 a 5 semanas luego de la operación.
  • El restablecimiento de esta intervención se realiza seis semanas después del acto quirúrgico.

Trascurrido ese tiempo de curas se puede reincorporar a su vida normal.

Complicaciones de la fimosis

Si no se le hace seguimiento a los síntomas que presentan los niños, adolescentes y adultos las complicaciones pueden llegar a ser graves.

El paciente se va a quejar de dolor e inflamación en el glande donde se evidencia una parafimosis. Esta ultima es la inflamación del glande una vez que se ha retraído el prepucio hasta llegar a la base y no puede volver a su posición habitual.

Infecciones por falta de una limpieza adecuada de la zona que inicia con una infección de orina que puede llegar a la vejiga.

Existe un riesgo elevado de padecer enfermedades de transmisión sexual ETS.

Molestia en las relaciones sexuales por la incapacidad de desplazar la piel del glande.

Aumenta el riesgo de padecer una balanitis. Se trata de un proceso infeccioso por la acumulación de secreción de las glándulas del pene producto de la falta de higiene adecuada de la zona.

Problemas de micción, los cuales se ubican desde la disuria hasta retenciones de la orina.

Por su parte, las adherencias balanoprepuciales también son una complicación que puede desencadenar la fimosis.

En estos casos, lo ideal es buscar ayuda médica para resolverlo.