Permanecer en una misma posición o postura por largo periodo de tiempo, puede ocasionarnos un fuerte dolor en la región del cuello. Este dolor, es el que conocemos comúnmente como tortícolis. Este trastorno, puede afectar a cualquier persona, sin importar su edad, sexo o procedencia social. Por lo general, afecta a las personas sedentarias e inactivas en edades comprendidas entre los 30 a 60 años de edad. Su nombre proviene del latín torticollis que significa cuello torcido.
Consiste fundamentalmente, en la exposición de inamovilidad, a una mala postura de nuestro cuello o algún movimiento brusco. Ya sea al dormir, o al realizar alguna actividad física o laboral. Lo que ocasiona dificultad y un fuerte dolor, al mover o girar la cabeza. A continuación, te presentamos algunos remedios caseros para la tortícolis.
Causas y síntomas
La tortícolis consiste en una contracción de los músculos de la región del cuello. Esto, impide el movimiento sin dolor y con normalidad de nuestra cabeza. Cuando sucede esta afectación, se manifiesta un fuerte tirón y dolor al momento de querer realizar algún movimiento con la cabeza. Ya sea que se trate de giros o simplemente subir o bajarla. Esto se debe, a un proceso inflamatorio del músculo esternocleidomastoideo.
Sus causas son diversas y por varias circunstancias. La generalidad de los casos, es motivada a una postura inadecuada. Otras veces, por el llamado efecto latigazo al conducir y frenar abruptamente el coche. Sus síntomas se reconocen con facilidad. Ya que, se manifiestan a través de rigidez en la zona del cuello y la nuca. Además, de fuertes dolencias en dicha zona al intentar realizar algún movimiento y una postura inusual de la cabeza.
Remedios caseros para tratar o evitar la tortícolis
Si eres de las personas que les gusta lo natural, aquí tienes los mejores y más sencillos remedios caseros para tratar la tortícolis.
1.- Coloca una almohadilla caliente o una manta térmica, en la zona donde se manifiesta el dolor. Hazlo por al menos una media hora. Esto con el fin de relajar los músculos y atenuar el dolor. También, podría funcionar un baño con agua bien caliente.
2.- Coloca una hoja de col previamente aplastada con la ayuda de un rodillo y calentada a la plancha, en la zona con dolor. Déjala el mayor tiempo posible.
3.- Aplica masajes en el área con dolor. Bien sea con tintura de árnica o con aceite esencial de alcanfor en pequeña cantidad. Mezcla con uno o dos dientes de ajo bien triturados.
4.- Tomar infusiones o té de orégano dos a tres veces al día. Prepáralo con una cucharada o tres a cuatro hojas según la presentación, por cada cuarto de litro de agua. También, podrás colocar cataplasmas de esta planta en el área afectada.
5.- Masajear la zona varias veces al día, con una mezcla de 5 gotas aceites esenciales de manzanilla y eucalipto respectivamente, con 20 ml de aceite de oliva, girasol o maíz, según lo que dispongas.