La tendinitis rotuliana es una lesión que se produce en el tendón rotuliano. Éste se encarga de conectar la rótula de la rodilla a la tibia.
Esta lesión es también conocida como “Rodilla de Saltador”, debido a que se produce normalmente en deportistas. Aunque, la tendinitis rotuliana también puede presentarse en personas que no practican algún deporte. Esta aflicción puede resultar ser sumamente grave con el paso del tiempo, incluso necesitando realizar una cirugía para arreglarla. Debido a esto, vamos a explicar cuáles son sus síntomas y cómo debemos tratarla.
Índice
Causas de la tendinitis rotuliana
Como mencionamos con anterioridad, la tendinitis rotuliana se produce normalmente en deportistas. Esto se debe a los traumatismos que se producen en el tendón rotuliano al momento del salto. Debido a esto, ésta se produce en atletas que practican deportes que requieran del uso de las rodillas para saltar. Esta lesión es sumamente común en jugadores de básquetbol o voleibol.
Por otra parte, existen otros factores que pueden producir esta lesión. Por ejemplo, el trote en superficies duras y utilizando un calzado desfavorable puede causar la tendinitis rotuliana. La sobrecarga de actividades físicas que requieran de la rodilla también puede causar un desgaste del tendón rotuliano.
Síntomas de la tendinitis rotuliana
El síntoma más común de la tendinitis rotuliana es el dolor en la rodilla. También suele presentarse una inflamación en dicha zona. Esto puede causar que el paciente presente problemas para realizar ciertas actividades físicas. Si la lesión empeora, puede causar una imposibilidad para caminar, subir escaleras e incluso levantarse de una silla.
El dolor causado por la tendinitis rotuliana puede presentarse en otras zonas de la pierna, como los cuádriceps. Además, la lesión puede causar que la rodilla presente una rigidez, lo que dificultará el movimiento de la misma.
Diagnóstico de la tendinitis rotuliana
Esta lesión no es difícil de diagnosticar. Para poder detectar alguna lesión en el tendón rotuliano, el médico puede realizar ciertos exámenes físicos. Por ejemplo, se pueden aplicar presiones en la zona de la rodilla donde se haya producido la tendinitis rotuliana.
Si los exámenes físicos no son concluyentes, se pueden realizar otros tipos de pruebas para detectar la tendinitis rotuliana. Las radiografías y ecografías pueden utilizarse para descartar algún tipo de desgaste óseo de la rodilla. Las resonancias magnéticas, por su parte, pueden detectar los daños en el tendón rotuliano.
Tratamiento para la tendinitis rotuliana
Según la gravedad de la tendinitis rotuliana, se pueden utilizar distintos tratamientos. Los analgésicos pueden ayudar a reducir el dolor en corto plazo. Los ejercicios fisioterapéuticos pueden ayudar a reducir la inflamación de la rodilla y otorgarle más flexibilidad.
En caso que la tendinitis rotuliana se presente en un estado sumamente avanzado, serán necesarios otros tratamientos. La inyección de plaquetas en forma de plasma puede ayudar a que la lesión cicatrice. La cirugía se debe realizar en caso que los otros procedimientos hayan fallado. En este caso, ésta será utilizada reparar el daño causado en el tendón rotuliano.