El desgarro esofágico, conocido como el Síndrome de Mallory-Weiss, es una condición gastrointestinal. Ésta se produce en la zona inferior del esófago, debido a daños producidos en la mucosa estomacal.
El síndrome de Mallory-Weiss puede producir sangrado en el estómago, acompañado de molestias y fuertes vómitos. Normalmente, esta condición suele ser diagnosticada en alcohólicos, aunque también puede suceder en cualquier persona. Esto se debe a que es una de las causas frecuentes de las hemorragias estomacales. Aunque no es una condición común, puede causar muchas complicaciones. A continuación, vamos a hablar sobre el síndrome de Mallory-Weiss.
Índice
Causas del síndrome de Mallory-Weiss
La causa frecuente de este síndrome es un daño esofágico producido por fuertes vómitos. La tos continua también puede causar los daños en la mucosa estomacal, la cual puede producir el sangrado. Esto también sucede por algunas infecciones que pueden causar vómitos frecuentes, como la bulimia.
Por otra parte, las convulsiones epilépticas pueden producir algunos de los síntomas del síndrome de Mallory-Weiss. El sangrado que se produce en la mucosa del esófago puede ser causado por un daño en los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, puede producir hemorragias estomacales, las cuales pueden provocar otras aflicciones.
Síntomas del síndrome de Mallory-Weiss
Como hemos mencionado con anterioridad, el síndrome de Mallory-Weiss se caracteriza por una fuerte cantidad de vómitos. Éstos suelen estar acompañados por grandes cantidades de sangres, producidos por la hemorragia estomacal. Este sangrado puede aparecer, a su vez, en las heces o incluso cuando el individuo tose fuertemente.
Los fuertes dolores producidos por esta enfermedad suelen aparecer en la zona baja del esternón. Es sumamente común que los pacientes de esta condición puedan sufrir de desmayos debido al dolor. Al mismo tiempo, el dolor puede acentuarse cuando el paciente tose o vomita. También es posible que se produzca la mediastinitis debido al pasarían por la rotura a la zona del mediastino. Pero esto suele ser una condición poco común.
Tratamientos del síndrome de Mallory-Weiss
Normalmente, las hemorragias producidas por el síndrome de Mallory-Weiss suelen cicatrizar luego de 10 días. Aunque, también es posible realizar una endoscopia para poder determinar el lugar donde se haya producido la rotura. Seguido a esto, se pueden utilizar pequeñas pinzas para poder ayudar a suturar la arteria que esté sangrando.
El síndrome de Mallory-Weis no suele requerir de cirugía, ya que la hemorragia suele detenerse en pocos días. Pero, en casos que el sangrado sea excesivo, es posible que los pacientes requieran de transfusiones de sangre. Sin embargo, es posible que el paciente pueda sanar al poco tiempo de realizar dicha transfusión. Esto se debe a que esta condición no suele poseer mayores complicaciones.