La presión arterial es la fuerza con la que el corazón bombea la sangre a través de las arterias. Se conoce como hipertensión cuando la presión ejercida por el corazón es mucho mayor de lo normal.

Una hipertensión sin tratarse puede conllevar a distintos problemas y complicaciones médicas. Por ejemplo, ésta es la causante de muchas enfermedades al corazón y accidentes cerebrovasculares. Para evitar este tipo de problema, es necesario conocer cómo tratar esta condición. En el siguiente artículo hablaremos sobre como podemos detectar y tratar la hipertensión.

Causas de la hipertensión

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Causas de la hipertensión

Existen distintas causas por las que una persona puede sufrir de hipertensión. Aunque, existen algunos factores que favorecen el aumento en la presión arterial. Por ejemplo, con el paso de los años, los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos. Es por eso que muchas personas de edad avanzada tienen problemas de hipertensión. Por otra parte, también existe un alto riesgo de contraer esta condición si algunos familiares también la han sufrido.

También existen algunas enfermedades que pueden causar la hipertensión. Las personas que sufren de colesterol elevado, diabetes y algunas enfermedades renales pueden sufrir de esta condición. Las personas que sufren de obesidad o son adictas al tabaco y el alcohol pueden sufrir de presión arterial alta. Además, existen algunos medicamentos que pueden aumentar la presión arterial, como los antiinflamatorios o los corticoides.

Síntomas de la hipertensión

En la mayoría de los casos, las personas que sufren de presión arterial alta no suelen presentar síntomas. Muchas personas no saben que padecen de hipertensión hasta que visitan a su médico y éste les realiza una prueba. Debido a esto, una persona puede pasar toda su vida sin saber que sufre esta condición.

Es sumamente importante que se realicen pruebas periódicas para detectar la presión arterial alta. Esto se debe a que una persona que sufre de hipertensión puede llegar a padecer de distintas enfermedades. Existen algunos casos en los que la presión arterial es peligrosamente alta, en donde sí se presentan algunos síntomas. Éstos pueden ser dolor de cabeza, náuseas, sangrado nasal y problemas de visión.

¿Cómo se mide la presión arterial?

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Cómo se mide la presión arterial

La presión arterial se mide utilizando dos componentes, conocidos como presión sistólica y diastólica. La presión sistólica es un número que representa la presión que ejerce el corazón al bombear la sangre. Por otra parte, la presión diastólica es la presión de los vasos sanguíneos del corazón. Cuando uno o ambos de estos números están elevado, el paciente sufre de hipertensión.

La forma para medir la presión arterial es a través de los milímetros de mercurio, o mmHg. Una presión arterial normal es de 120/80 mmHg, siendo 130/90 el límite máximo. En caso que sobrepase esos límites, significa que existe hipertensión arterial. Por otra parte, una presión arterial inferior a 90/60 mmHg se considera como baja, también llamada hipotensión arterial.

Complicaciones de la hipertensión

Debido a que las arterias conectan distintos órganos vitales, sufrir de hipertensión puede tener distintas complicaciones. La presión arterial alta puede causar diferentes problemas en el cerebro, siendo el accidente cerebrovascular el más común. También puede derivar en distintos problemas en el corazón, como la angina de pecho o un infarto.

Por otra parte, la hipertensión también actúa en las arterias y los vasos sanguíneos. La presión arterial alta puede causar el deterioro y rigidez de las arterias. También puede ser la causante de problemas como la arritmia. Por otra parte, la hipertensión puede causar daños y enfermedades en los riñones. Es uno de los principales causantes de los problemas e insuficiencias renales.

Prevención de la hipertensión

La mejor forma de poder prevenir los niveles altos de presión arterial es llevar una vida saludable. Esto quiere decir que el ejercicio diario y una buena alimentación pueden ser de gran ayuda. De esta forma, evitaremos sufrir de obesidad, la cual es una de las causantes de la hipertensión. Con el ejercicio diario, también podemos evitar otras enfermedades importantes, como la diabetes o el colesterol alto. Por otra parte, debemos evitar fumar cigarrillos y beber alcohol de forma excesiva.

Una dieta saludable también es sumamente necesaria para evitar sufrir de problemas con la hipertensión. Comer frutas y vegetales, carnes magras y cereales de forma regular es importante. Debemos moderar el consumo de quesos y algunos lácteos, y usar el aceite de oliva como principal fuente de grasa. Además, debemos evitar la ingesta de productos con grasas saturadas o azúcares refinados. También debemos tener cuidado con los alimentos que posean altos niveles de sal.

Diagnóstico de la hipertensión

Para poder detectar si un paciente sufre de presión arterial alta, se pueden realizar distintas pruebas. Éstas pueden realizarse en consultas o desde su hogar, con distintos tensiómetros y aparatos que funcionan para esta labor. Es importante que los adultos se realicen exámenes y pruebas de la hipertensión por lo menos una vez al año.

El médico también puede realizar pruebas a través del uso de electrocardiogramas para medir el ritmo cardíaco. El ecocardiograma, de la misma manera, puede detectar los problemas en el corazón y la presencia de la hipertensión. A su vez, se pueden realizar ecografías abdominales y de las arterias carótidas. Por otra parte, también pueden realizarse distintos diagnósticos de sangre u orina. La bioimpedancia trastorácica también ayuda a detectar el origen y el mejor tratamiento para la hipertensión.

Tratamiento para la hipertensión

Para poder tratar la hipertensión, existen distintos métodos farmacológicos y no farmacológicos. Evitar el sedentarismo y tratar de controlar nuestro peso son algunos de estos remedios. También debemos evitar consumir alcohol de forma excesiva o fumar cigarrillos si tenemos presión arterial alta. Una dieta balanceada, evitando la presencias de grasas y sal, también son necesarias.

También existen algunos tratamientos farmacológicos que pueden complementar una vida saludable. Estos remedios también pueden ayudar en caso que el ejercicio y la dieta no resuelvan la hipertensión. En algunos casos, algunos fármacos no pueden controlar la presión arterial, por lo que será necesario tomar algunos más. Debemos recordar seguir las indicaciones de nuestros médicos, porque obviarlas podría traer resultados negativos.