El pénfigo es una afección de la piel y mucosas de tipo auto inmunitario que se caracteriza por la presencia de ampollas o vesículas, pueden aparecer en cualquier región del cuerpo incluso en los genitales y en la boca; como complicación de esta afección pueden generarse infecciones y una de sus secuelas son alteraciones pigmentarias. No hay discriminación de edad o sexo (aunque es más común en personas entre 50 – 60 años sin embargo puede aparecer a cualquier edad) y es crónico, algunas manifestaciones de pénfigo pueden colocar en peligro la vida de la persona en caso de no tratarse. Se puede controlar con el uso de medicamentos.
Lejos de lo que se pudiese pensar comúnmente, estas lesiones no son contagiosas por lo que puede saludar de un apretón de manos o darle un abrazo a alguien que tenga pénfigo y no corre el riesgo de contagiarse, esta afección es producto de una alteración propia del cuerpo en el que células del sistema inmunitario atacan las proteínas que se encuentran en las capas de nuestra piel ocasionando la aparición de ampollas.
Causas de pénfigo
La causa de la aparición de estas lesiones es el sistema inmunológico del individuo. En condiciones normales este sistema se encarga de reconocer lo propio de lo extraño es así como se eliminan los invasores dañinos como los virus o bacterias a través de la producción de anticuerpos. En el pénfigo, el sistema inmunológico genera anticuerpos que atacan a las células de la piel y las células de las membranas de las mucosas.
Tipos que se pueden presentar
Hay dos tipos comunes de pénfigo y se pueden diferenciar según los síntomas que generan:
- Pénfigo foliáceo: en esta afección las ampollas aparecen en el pecho, hombros y espalda, es decir afecta el tronco del cuerpo; por lo general es muy común que los afectados indiquen fuerte comezón en las ampollas pero no son dolorosas. No genera lesiones en boca.
- Pénfigo vulgar: comienza con lesiones ampollosas en la mucosa de la boca, luego prosigue a cara y posteriormente aparecen en los genitales, estas lesiones son dolorosas y no generan comezón.
Signos y Síntomas
Los síntomas más característicos de esta afección son dolor en la región donde se encuentra la ampolla sobre todo cuando se rompen; y dependiendo del tipo de pénfigo se manifestará comezón o no. Al romperse las ampollas, la probabilidad de infección aumenta por lo que los síntomas pueden variar. Las lesiones por lo general no causan picor en la zona pero en caso de que la persona se rasque el área puede generar laceraciones en la piel que pueden ocasionar dolor y posibles sobreinfecciones.
Como bien se ha comentado anteriormente, el signo característico de este trastorno de la piel son las lesiones de carácter ampolloso que aparecen en cualquier región de la piel e incluso pueden aparecer en mucosas como por ejemplo la boca. Estas ampollas tienen contenido líquido en su interior por lo general es de carácter amarillento.
Cuando la afección está muy avanzada las ampollas pueden provocar pérdida de electrolitos, alterando la conformación de la sangre. En condiciones en las que están presentes en la mucosa oral el tamaño de las mismas puede condicionar dificultad para la deglución y en algunos casos dolor.