Hoy te ayudamos a fortalecer el sistema respiratorio. Existen ejercicios, hábitos y alimentación que te ayuda a tener un mejor sistema respiratorio y ¿cómo lograrlo? A continuación te contaremos todo lo que necesitas saber.
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Fortalecer el sistema respiratorio
¿Te has dado cuenta que los niños cuando juegan casi no necesitan detenerse para recuperar el aliento? Esto se debe a que cuando empezamos a crecer y llegamos a la edad adulta dejamos de hacer ejercicio y nos volvemos más sedentarios. Por lo tanto falta acondicionamiento físico, buenos hábitos de salud y también una buena alimentación.
Cada día inhalamos y exhalamos unas 20.000 veces al día. Toda esta respiración hace uso de todos los aspectos del sistema respiratorio: la nariz, la garganta, la tráquea y los pulmones.
Muchos factores como la genética, el tabaquismo, los contaminantes y la enfermedades infecciosas pueden hacer que los pulmones desarrollen problemas y envejezcan de forma más rápida. Si el aire que se respira está contaminado, el sistema respiratorio filtrará las toxinas. Sin embargo, esto solo pasará si el sistema respiratorio está sano.
La buena noticia es que el daño que pueda tener su sistema respiratorio a menudo no es permanente y sus pulmones pueden crecer más sano y fuerte a medida que crece.
Tu sistema respiratorio es responsable de suministrar el oxígeno a tu sangre. Los pulmones permiten absorber el oxígeno y exhalar dióxido de carbono. Los filtros de la tráquea permite respirar, mientras que el diafragma permite una respiración saludable.
Existen afecciones médica que pueden interferir con nuestra respiración. Por ejemplo: la bronquitis, el asma, el cáncer de pulmón, la fibrosis quística e infecciones respiratorias superiores como la sinusitis.
1.Aumenta tu velocidad al caminar
De acuerdo algunos estudios la velocidad o la lentitud con la que normalmente se camina se puede predecir cuánto tiempo vivirás. En un estudio particular, los investigadores registraron la velocidad de la caminata de más de 34.000 personas de 65 años o más.
Los sujetos que promediaron 2,25 mph (milla por hora) o más rápido, vivieron más tiempo en comparación a los que caminaron más lento. Ahora, se debe tener en claro que no se está afirmando que esto significa que si aumentas tu velocidad al caminar, automáticamente vivirás más tiempo.
Lo importante aquí es que si observas que si no puedes acelerar tus pasos porque te cuesta respirar, eso podría ser un indicador de que tienes un problema de salud subyacente. Intenta aumentar tu velocidad al caminar. Si sientes que tienes dificultades lo mejor es que hables con tu médico acerca de lo que te está sucediendo.
2. Comer frutas y vegetales
Las frutas y los vegetales suministran cantidades ricas de antioxidantes y nutrientes que ayudan al sistema inmunitario para proteger el cuerpo de infecciones, enfermedades y toxinas asociadas al cáncer.
Una dieta rica en antioxidantes es recomendable para las personas que tienen afecciones crónicas como el asma. La vitamina C antioxidante que prevalece en los pimientos rojos, los cítrico, la papaya, el kiwi, las hojas verdes, el repollo y las coles de Bruselas, pueden ayudar a aliviar la inflamación en el sistema respiratorio.
En general, incorpora una variedad de frutas coloridas y verduras que tienden a proporcionar los mayores beneficios antioxidantes en tus comidas y refrigerios con regularidad. Todo eso ayudará a fortalecer el sistema respiratorio.
3. Mantener un peso saludable
Este punto está muy ligado con el anterior y es que el exceso de peso pone más estrés en los pulmones y comprime todos los músculos respiratorios, lo que hace que trabajen más duro y de forma defeciente.
Asegúrate de que tu dieta sea sana y equilibrada desde el punto de vista nutricional. Que sea fácil de seguir y más importante que funcione para que pueda mantener un peso saludable.
Sea cual sea el programa de nutrición y ejercicio que elijas, debes ser responsable y esforzarte por cumplirlo y mantener tu peso saludable.
Los líquidos tibios, como los tés de hierbas, el caldo, las sopas y el agua tibia promueven la hidratación y ayudan al cuerpo a eliminar las toxinas a través de la orina. De acuerdo con el Centro Médico de la Universidad de Maryland, la sopa de pollo proporciona un valioso remedio dietético para el resfriado y los dolores de garganta relacionados con afecciones respiratorias.
El pollo en sopa proporciona aminoácidos que mejoran la reparación del tejido magro y la fuerza física.
La incorporación de verduras en sopas proporciona beneficios antioxidantes adicionales. Opta por sopas a base de caldo con mayor frecuencia. Las sopas cremosas pueden interferir con la congestión.
4. Mantenerse hidratado
Beber mucha agua todos los días ayuda a mantener un peso saludable. La deshidratación puede hacer que la mucosidad sea espesa y se vuelva pegajosa, lo que disminuye la respiración en general y lo que disminuye la respiración en general y lo hace más susceptible a las enfermedades. Hidratarse ayuda a fortalecer el sistema respiratorio.
5. Evita fumar
Fumar daña la salud pulmonar y respiratoria al inducir inflamación, acelerando el estrés oxidativo en las células respiratorias e incluso causando la muerte celular, esto podría llevar a desencadenar una enfisema, una bronquitis crónica o un cáncer de pulmón. Es importante dejar de fumar y evitar tener pulmones dañados por fumar a medida que envejece.
Existen numerosos métodos para dejar de fumar. El truco es seguir intentando hasta que se encuentre uno que funcione para ti. Si haz intentado dejar de fumar antes, es hora de volver a intentarlo, porque lo mejor que puedes dejar de hacer por tus pulmones es dejar de fumar.
Fumar causa un gran daño a sus sistema respiratorio, pero la buena noticia es que los pulmones dañados a causa del cigarro pueden deshacer, si es que lo hacen a tiempo.
6. Consumir pescado
Los pescados como el salmón, el atún blanco, el arenque, la trucha, el lenguado, el halibut y las sardinas son las principales fuentes de ácidos grasos omega-3 que son grasas saludables que están asociadas con la mejora de la salud del corazón y la función cerebral.
Aunque se necesitan datos y análisis adicionales, según una revisión de la investigación realizada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, las grasas omega-3 pueden mejorar la dificultad para respirar y otros síntomas asmáticos.
Para evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, que pueden empeorar la inflamación, utiliza métodos de cocción bajos en grasa, como asar, hornear y cocinar al vapor con mayor frecuencia.