Existen formas de dejar de ser complaciente, y porque el hecho de serlo nos convierte en personas adictas a ello. Queremos atender a todos de inmediato, y que además queden complacidos. Esta situación podría convertirse en una total adicción, en donde se prioricen en primer lugar las necesidades de los otros.

Y en segundo lugar el nuestro, es así como conoceremos cuáles son esas estrategias. O las mejores recomendaciones para evitar dejar de ser nosotros mismos. ¡Continuemos leyendo!

1) Decir no a cosas pequeñas que siempre decíamos que sí

Siempre andamos tratando de complacer a muchos por distintas razones, desde ver una película que no nos agrade. Hasta acompañar a alguien a un lugar al que no queramos ir, así como tomar una bebida que no nos complace. Por muy tonto que parezca, esta es una de las situaciones que comienzan a provocar que dejemos de lado nuestros gustos.

Es así como debemos comenzar a cambiar nuestras respuestas, desde los detalles más pequeños. Hasta aprender a tomar decisiones más acertadas, y que se basen en nuestras propias necesidades. En principio se sentirá tal vez algo de ansiedad, pero más adelante será una emoción más controlable.

Formas de dejar de ser complaciente

Formas de dejar de ser complaciente

Es bueno precisar cómo nos sentimos al momento y tratar de controlar la sensación. Se debe estar consciente de lo que se siente y empezar a controlarlo. Debemos premiarnos por ello y felicitarnos, cada vez que lo logremos controlar. Cada día será una tarea más sencilla de controlar.

2) Ser una persona con decisión no es ser egoísta

No necesariamente, el hecho de no complacer a los demás no nos hace personas egoístas. Solo se trata de saber en qué momento podemos ser complacientes y cuando no debemos serlo. Y lo más importante, es no sentirnos culpables por ello.

A muchos nos ha pasado que nos hemos encontrado en una relación que no queremos, o en la cual no nos sentimos cómodos. Así como reaccionar ante la presión de un grupo por hacer algo. Cuando no aprendemos a decir que no ante un hecho, estamos perjudicándonos a nosotros mismos. Dejamos de ser seres sociales y además, seres independientes.

Cuando aprendemos a comunicarnos con claridad y cuando tomamos decisiones correctas hablamos de la asertividad. Siempre y cuando no arremetamos contra el  otro, sin molestar a los demás. Cuando somos asertivos, somos personas más conscientes y mucho más coherentes. Siempre de forma equilibrada con el fin de asumir la mejor respuesta sin perjudicar a nadie.

Además es un atributo que se relaciona directamente con la madurez de una persona, la cual reconoce cuál es su decisión. Expresa lo que desea sin incomodidad, y asume que esta decisión no perjudica. De esta manera es como se logra obtener mejores relaciones interpersonales. Así como relaciones profesionales más acertadas.

3) Cuando la complacencia se convierte en un problema

Así mismo, están aquellos momentos en los cuales ser complacientes se convierte en todo un conflicto. Esos momentos justo se dan cuando decimos siempre que si a todo, aun cuando nos haga sentir mal. Incluso si la decisión va en contra de nuestros propios principios.

Los momentos en los cuales no sentimos totalmente incómodos pero de igual manera nos involucramos. Así sea una situación que no esté acorde con nuestros propósitos. Cuando anteponemos personas antes que nosotros mismos, y dejamos de sentir que hacemos algo por nosotros. Así como los momentos en los cuales nos inventamos excusas por no poder decir que no.

Formas de dejar de ser complaciente

Formas de dejar de ser complaciente

Estrategias para dejar de ser una persona complaciente

En primer lugar siempre debemos tener al tanto de que no le gustaremos a todo el mundo, así mismo. Siempre habrá personas con las cuales nos sentiremos ningún tipo de afinidad. Por lo que complacer a todos no es estrictamente necesario. Es muy común que aquellos que tratan de complacer siempre tengan muy poca autoestima. Así que lo más importante es amarnos a nosotros mismos antes que a los demás.

En los momentos en que sintamos que debemos decir que no, lo hacemos y punto. No se acabará el mundo si decidimos decir que no, decir esta palabra no es tan malo como parece. Siempre debemos explicar las razones del no, siempre que este sea honesto y sincero.

Es importante reconocer porque sentimos culpa, ya que en primer momento es seguro que sintamos algo de culpa. En ese justo momento es importante identificar por qué estás diciendo que no. Y esa será tu mejor respuesta. En caso de no estar muy seguro de una respuesta, hacer una lista con las ventajas y desventajas es una buena opción.

Cuando dejamos de ser complacientes es muy común que la lista de amigos se reduzca. Cosa que no debe estresarnos, ya que esto nos demostrará quienes son nuestros verdaderos amigos. Es así como mucha de la gente toxica sale de nuestra vida, y se acercaran solo las más adecuadas. Es así como hemos logrado implemente las mejores recomendaciones, para lograr ser nosotros mismos. Y como dejar atrás esas situaciones que tanto estrés nos generan.