Definitivamente, los rayos del sol hacen que veamos las cosas de otra manera. Nuestro estado de ánimo depende de él: cuando está resplandeciente nos sentimos felices, pero mientras está tenue y opaco solemos estar tristes o depresivos.
Es bien conocido que su efecto en nuestro organismo ejerce como antidepresivo.
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La piel se beneficia con los efectos los rayos del sol
No podemos negar que los rayos solares aportan buena salud al individuo, pues brindan utilidad tanto física como a nivel de las emociones.
Ellos actúan estimulando la circulación, la producción de vitamina D3 que favorece la asimilación de fósforo y calcio. Asimismo, fortifica el tejido óseo y fortalece el sistema inmune.
A nivel emocional, los rayos del sol estimulan el ánimo de las personas. Esto nos hace mantener un estado de equilibrio en el sistema nervioso, siendo el mejor estímulo para atacar la depresión.
Lo primero que vemos cuando nos exponemos al sol es la estimulación de un pigmento que se conoce como melanina. Ésta absorbe los rayos solares para que la piel tome un aspecto bronceado. Es una manera de protegerse del sol, pero este efecto no es suficiente, por lo cual se deben utilizar otros cuidados para contrarrestar los efectos de los rayos solares.
Existen dos tipos de rayos solares:
Los rayos UV (Ultra Violeta): Actúan a nivel de la superficie de la piel y se conocen como UVA. A ellos se les atribuye el bronceado de la piel. Son los que estimulan la producción de melanina y es el causante de la coloración a la piel.
A la larga, estos rayos pueden ocasionar alteraciones en la piel como manchas, envejecimiento prematuro y pérdida de elasticidad.
Los UVB producen el mencionado envejecimiento de la piel. Los efectos de los rayos ultravioleta son negativos para el organismo.
Efectos secundarios
Sus rayos inciden de manera positiva y negativa en nuestro cuerpo, incluso pueden ocasionar efectos irreversibles que pueden poner en riesgo la salud. Tenderse al sol sin ningún tipo de protección puede ocasionar trastornos de la piel.
La piel tiene un efecto memoria, es decir, la exposición excesiva a la luz solar queda asentada en ella. Si la misma ha llegado al grado de una quemadura en cualquier parte del cuerpo, esta lesión con el tiempo puede estimular el envejecimiento prematuro del órgano más extenso del cuerpo humano.
Esta exposición continua al sol sin ningún tipo de precaución puede dar origen a daños que van desde cambio de coloración, procesos alérgicos e incluso cáncer.
Es importante evitar estas alteraciones con el uso de los llamados protectores solares, específicos para el tipo de piel y acorde a la hora y duración a la exposición solar.
Recomendaciones para protegerte del sol
- No es recomendable la exposición al sol en exceso y sin tomar precauciones.
- Si te expones con frecuencia, debes acudir al dermatólogo para que verifique en qué estado se encuentra tu piel.
- La exposición intensa al sol durante las 10:00am y 16:00 pm debe ser restringida.
- Utilizar protector solar 20 minutos antes de exponerse al sol y volverlo a colocar cada dos horas.
Goza de los rayos solares pero con cuidado.