El cáncer de hígado se produce por el crecimiento acelerado de células cancerígenas. Se considera por muchos como una patología de muy mal pronóstico.
Es importante saber que sin el hígado no podemos vivir, ya que se trata del órgano más importante del cuerpo. Por lo tanto, urge detectar cualquier enfermedad de la manera más rápida posible, solo así evitamos su avance, sobre todo si se trata del cáncer hepático.
Sus funciones son muy importantes, una de ellas es filtrar la sangre para así eliminar toxinas. Asimismo, distribuye nutrientes en el organismo y producen hormonas además de intervenir en la digestión.
El cáncer de hígado se puede detectar a través de síntomas y signos, evaluación médica, estudios específicos e investigando sobre antecedentes familiares y clínicos.
Índice
¿Qué es el cáncer de hígado?
Es una enfermedad que se caracteriza por el crecimiento acelerado de células cancerígenas en el tejido hepático.
Causas de cáncer de hígado
Dentro de las causas están enfermedades crónicas como hepatitis B o C, consumo de grandes cantidades de alcohol, obesidad y diabetes.
Síntomas y signos de cáncer de hígado
A través de ellos podemos llegar al diagnóstico de cáncer de hígado. El paciente se puede quejar de dolor en hemiabdomen derecho en la parte superior.
Además puede referir pérdida de peso marcada en poco tiempo y presentar aumento de volumen en la parte anteriormente descrita.
El malestar general y debilidad generalizada también son síntomas de ello.
Diagnostico del cáncer de hígado
Lo primero que debemos hacer para detectar un cáncer de hígado es acudir a la consulta médica. A través de la historia clínica y el interrogatorio del galeno se logrará conocer los antecedentes del paciente. Incluso podemos llegar a conocer factores de riesgo a los que ha estado expuesto el paciente.
Para detectar el cáncer de hígado, no existe ningún estudio en específico. Este resultado será una mezcla de todas las pruebas que puedan realizarse al paciente. Su clínica será la encargada de sugerir cual estudio pedir. Las pruebas van desde una consulta médica hasta exámenes de sangre para solicitar marcadores tumorales. Éstas son sustancias producidas por los tumores y que aumentan su concentración en sangre una vez que exista un crecimiento tumoral en el cuerpo. Es por ello que en un simple examen de sangre podemos encontrar sus concentraciones en la misma.
Lo más importante del examen físico es visualizar el abdomen, la piel, la esclerótica (ojos) para verificar si hay cambios de coloración. Específicamente busca localizar la presencia de tinte ictérico a nivel de piel y mucosa (esto consiste en una coloración amarillenta).
Además de esto, estudios especializados que incluyen imágenes, laboratorios u otros procedimientos.
Es importante tener en cuenta que los síntomas del cáncer de hígado pueden asemejar una patología gástrica creando alertas pero también confusión.
Lo ideal es asistir a una consulta médica especializada para que indiquen los estudios acordes a la sintomatología del paciente.
Estudios para detectar cáncer de Hígado
Dentro de los marcadores tumorales existe la alfafetoproteína (AFP), que es una proteína, comúnmente usada para diagnosticar el cáncer de hígado. Otros tipos de cáncer pueden aumentar las concentraciones de este marcador, por lo que no es totalmente específico para detectar el cáncer de hígado. Algunos especialistas recomiendan realizar esta prueba cada seis o doce meses.
Este indicador se encuentra elevado en un 50% a 70% de los casos con una imagen de aumento de volumen a nivel hepático y un valor de 400ng/ml. Entonces, podemos hacer el diagnóstico de cáncer hepático.
Una de las pruebas más simples para hacer el diagnóstico es la ecografía abdominal.
La tomografía axial computarizada TAC y la resonancia magnética nuclear RMN son otros estudios que complementan la evaluación.
A través de estos estudios podemos evidenciar si existe un tumor, ubicación y tamaño cuando existan o no ganglios afectados. Además de verificar el funcionalismo hepático.
Angiografía
La angiografía estudia los vasos sanguíneos. Consiste en un estudio radiológico donde se inyecta contrastes a nivel arterial para visualizar estos tejidos una vez tomadas las radiografías.
Además de ser un medio diagnóstico, también es terapéutico, ya que a través de él se puede llegar a embolizar y aplicar varios tratamientos.
Por medio de este estudio podemos ver los vasos sanguíneos ubicados en el hígado.
Gammagrafía Ósea
Este estudio se solicita para verificar que el cáncer sea diseminado a nivel de hueso y el paciente se queja de dolor importante desde el punto de vista óseo.
Laparoscopia
Es una técnica utilizada por los médicos para corroborar la presencia de cáncer valiéndose de una biopsia.Este procedimiento se realiza de manera ambulatoria.
Biopsia
Es el estudio de una muestra de tejido para verificar la presencia de células malignas en el tejido.
La biopsia puede realizarse de muchas maneras:
Aguja: Esta se introduce a través de la piel del abdomen hasta llegar al tejido hepático.
Biopsia por laparoscopia: Se toma la muestra por medio del procedimiento anteriormente explicado.
Biopsia Quirúrgica: Esta se toma durante una intervención como consecuencia de la extracción de un pedazo de tumor.
Pruebas de laboratorio: Con ellas logramos verificar el funcionalismo hepático, el estado general del paciente si el tratamiento que se aplica está funcionando o no . Además también sirve para corroborar si ha cesado la enfermedad o aún persiste.
Otras pruebas que podemos hacer a través de la sangre es para evidenciar si se ha sufrido o no de hepatitis o cirrosis hepática.
Antes de comenzar cualquier procedimiento terapéutico se requiere saber el estado y funcionamiento del hígado.
Las pruebas de coagulación sanguínea, funcionalismo renal, pruebas químicas de sangre, entre otras nos ayudarán a detectar esta enfermedad.
Pruebas moleculares del tumor
Este estudio puede ser solicitado por el médico tratante. Consiste en analizar a nivel de laboratorio una parte del tumor para ubicar en ella genes específicos de la tumoración.
Luego de realizar las pruebas adecuadas a la sintomatología que presenta el paciente, el médico estudiará cada uno de los resultados obtenidos en estos estudios. Rápidamente se procederá a emitir un diagnóstico.
De acuerdo su especialidad, cada galeno aportará sus conocimientos para tener el diagnóstico más exacto y tomar la decisión a la brevedad posible para iniciar un tratamiento médico o quirúrgico acorde a la clínica, sintomatología y resultados de estudios.