Las estructuras que mantienen la amortiguación en los espacios que quedan entre las articulaciones, se denominan cartílagos. Los cartílagos están formados por una red de colágeno y proteoglucanos producidos por los condrocitos, es como un material gelatinoso, suave pero muy resistente. El 50 % del cartílago está compuesto de colágeno y sus fibras, entrelazadas como un tejido conectivo.
Las articulaciones grandes poseen más cartílago que las demás, entre ellas, las de las rodillas, hombros, caderas, las intervertebrales etc. Con el paso de la edad, la degeneración de los tejidos por su desgaste y los traumatismos espontáneos o no, se van afectando los cartílagos. Además están las enfermedades que dañan principalmente a los cartílagos, como la osteoartrosis, la artritis reumatoide, las autoinmunes como el lupus etc.
Las consecuencias en los pacientes, por las diversas vías que se disminuya o se degenere el cartílago, serán dolorosas. Aparte del dolor, sentirán chasquidos o crujidos articulares, postración o dificultades para el movimiento de las articulaciones. El dolor puede ir de leve, moderado a grave, cuando ya las superficies de ambos huesos implicados en la articulación, comienzan a rozar y se inflaman. Los pacientes entonces, verán su movilidad seriamente afectada. A continuación, veremos cómo prevenir el dolor de cartílagos.
¿Qué lo produce?
Los cartílagos dañados de alguna manera, bien sea por inflamaciones, lesiones deportivas varias, o desgarros, serán dolorosos, deformarán y afectarán el movimiento articular. Una de las principales causas de los daños a cartílagos, la suponen las lesiones deportivas o traumatismos directos a la articulación. Los atletas por elongación de los tejidos para lograr sus hazañas, saltos, malas caídas, los futbolistas con los traumas constantes a las piernas, entre otros.
La edad es un factor que no puede obviarse tampoco, ya que es un desgaste lento y preciso del cartílago al consumirse con el tiempo.
Las enfermedades articulares y autoinmunes, por ejemplo, la artritis reumatoide que afecta huesos, cartílagos y partes blandas de otro tipo, como tendones músculos etc. La artritis es de corte genético y autoinmune, igual el lupus, que también se expresa en daño articular y de cartílagos. Además ataca, piel, riñones, ocasiona derrames cardiacos y pulmonares.
La ostroartritis que ocasiona degeneración del cartílago, causa deformidades de las articulaciones y limitación del paciente.
Factores genéticos, conociéndose de personas cuyas familias sufren desde temprana edad de las articulaciones y sus anexos como el cartílago.
Afortunadamente tenemos como prevenir el dolor de los cartílagos y lograr articulaciones más sanas.
Cómo prevenir el dolor de cartílagos
Lo primero para tener articulaciones sanas y un cartílago preservado es mantener un peso corporal adecuado.
- Hacer actividades físicas para mantener la lubricación de las articulaciones y elasticidad del cartílago.
- También alimentarnos con algunos productos de la naturaleza que son ricos en glucosamina, como por ejemplo, los pescados sobre todo atún y salmón.
- Además gelatina que es alta en colágeno, la cúrcuma que desinflama los tejidos, el jengibre y el aceite de oliva.
- Las naranjas y frutos rojos que poseen altos contenidos en vitamina C y D.
- Almendras, nueces, maní, acelgas y espinacas contentivos de magnesio.
- Y si además lo completamos con algún suplemento adecuado, serían las capsulas de glucosamina con condroitina a razón de dos al día.
Tomar sol diariamente por 15 minutos es maravilloso para recibir la vitamina D, que fija el calcio a los huesos previniendo osteoporosis. Y es útil en regeneración de cartílagos también.