La clamidiasis es una infección de transmisión sexual causada por una bacteria conocida como Chlamydia trachomatis. Afecta a hombres y mujeres, su tratamiento es complejo y si no es tratada a tiempo puede llevar incluso a la infertilidad. La clamidia puede aparecer en el recto, garganta, cuello del útero y uretra, al contraer la enfermedad se pueden incrementar las infecciones genitales.
Síntomas de la clamidiasis
La clamidia no suele presentar ningún síntoma en etapas tempranas, por lo que muchas personas contagian a otros sin saber que sufren de esta ETS. Luego de las tres semanas de exposición se pueden presentar síntomas en el caso de las mujeres flujo vaginal fuera de lo normal, ardor al orinar, dolor al tener relaciones sexuales, si empeora la infección se presenta dolor abdominal, ganas de vomitar y fiebre. En el caso de los hombres se presentan secreciones en el pene, dolor al orinar, ardor alrededor de la uretra e inflamación y dolor en los testículos.
Esta infección también puede afectar el recto donde no se provocan síntomas aunque puede existir dolor, secreción o sangrado. Igualmente, si la secreción infectada entra en contacto con los ojos se pueden generar infecciones oculares por clamidia.
Si la clamidia no se trata a tiempo puede causar infertilidad en el caso de las mujeres ya que daña el útero y las trompas de Falopio incluso la uretra en hombres. Por ello es importante el control ginecológico frecuente ya que esta ETS puede detectarse por medio de análisis de orina o citologías de rutina. Igualmente, la clamidia aumenta el riesgo de contraer VIH y otras ETS, también propicia la aparición de inflamación en la próstata, infecciones en el útero, artritis reactiva y puede transmitirse a los recién nacidos durante el parto.
Prevención
Uno de los factores de riesgo son las múltiples parejas sexuales, por ello para evitar un contagio de clamidiasis debes utilizar preservativos de manera correcta. Si eres sexualmente activo debes acudir al médico con frecuencia para detectar cualquier tipo de infección de transmisión sexual. En el caso de las mujeres evitar los lavados vaginales que reducen las bacterias beneficiosas en la vagina y aumentan el riesgo de infección.
Aunque el uso de preservativos femeninos o masculinos previene el riesgo de infección por clamidiasis no es efectivo al 100%. La única manera de eliminar el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual es no tener relaciones sexuales anales, orales o vaginales.
Tratamiento de la clamidiasis
Esta infección se cura con antibióticos, pueden ingerirse en una sola dosis o durante varios días. Si la infección ha causado daños permanentes no podrán ser revertidos. Para evitar infectar a otros se debe abstener de las relaciones sexuales hasta que la infección haya terminado y su tratamiento este completo. Es muy común que se contraiga de nuevo la enfermedad. Por ello, las pruebas deben realizarse algunos meses después para verificar si se ha contagiado nuevamente.
