La ingle es la zona denominada región inguinal y ocupa el área de abdomen bajo a los lados de los genitales. Por la región inguinal pasan vasos sanguíneos, nervios de importancia y también es asiento de circulación linfática. Cuando existen infecciones a nivel de miembros inferiores, área ginecológica en mujeres y urológica en hombres se congestionan. Apreciándose entonces los llamados ganglios inguinales palpables, que recogen la linfa correspondiente, inflamándose como bultos locales. Esa es una de las causas del por qué se presentan aumentos de volumen en la ingle.
Las patologías como la anexitis en las mujeres, o inflamación de anexos, como las trompas y ovarios, aumentan los ganglios inguinales. Cuando estamos ante una infección vaginal las bacterias ascienden a otras estructuras inflamándolas, y por respuesta inmunológica, ocurre hipertrofia ganglionar. Los ganglios linfáticos se ven aumentados y presentan bultos en la ingle, en presencia de tumoraciones de otras áreas. Específicamente en miembros inferiores, podemos mencionar al osteosarcoma, tumor maligno de huesos, mayormente situado en fémur y más común en jóvenes.
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Vellos encarnados
Una de las causas más benignas de bultos en la ingle lo constituyen los vellos encarnados. La condición se desarrolla por efectos de afeitado en seco, en personas que poseen vellos muy rizados. O que no respetan la dirección del crecimiento del pelo a la hora del afeitado.
Trayendo como consecuencia que el pelo rasurado al crecer, se introduzca de nuevo en la piel y se vuelva subcutáneo. Allí sigue creciendo hasta que no tiene espacio, creándose un bulto que puede infectarse secundariamente. Al extraerse bien con pinza o con la aguja hipodérmica de una inyectadora estéril, puede drenar líquido o pus.
En la actualidad con la moda muy extendida del rasurado completo, se deben seguir medidas sanitarias para tal fin. Por ejemplo, usar rasuradora nueva, afeitar en húmedo con crema de afeitar previamente y al finalizar aplicar una crema hidratante. Todo esto para evitar bultos en las ingles y posibles infecciones.
Los quistes producen bultos en la ingle
Los quistes o bultos inguinales banales, pueden tratarse de quistes sebáceos, por obstrucción de varios poros y acumulo de grasa. Se pueden ver también los lipomas, por lo general posteriores a traumatismos locales. Ante un golpe, la sangre que debe haber salido al exterior se encapsula y degenera en grasa. En el sitio del trauma suele presentarse una masa redondeada y blanda, no dolorosa. Los quistes sebáceos pueden ser drenados con facilidad. Y los lipomas si no son de mucho diámetro, desaparecen espontáneamente, solo si crecen o molestan se extraen quirúrgicamente.
La hernia inguinal es un bulto en la ingle
El bulto por excelencia sobre la región inguinal o ingle es la hernia inguinal. Formada como todas las hernias, por un defecto de la cavidad abdominal que deja salir un segmento del intestino delgado o asa intestinal. Para introducirse luego en el conducto inguinal, compuesto por estructuras circulares ligamentosas, y dar como expresión externa un aumento de volumen inguinal.
El bulto formado así por la hernia inguinal en esa localización, puede ser reductible o no. Esto es, que se puede introducir de nuevo a la cavidad abdominal y desaparecer o se encuentra al contrario no reductible. Siendo palpable y fija la hernia, el paciente acusa dolor de fuerte intensidad en la zona que se irradia a la pierna. Este último tipo de hernia, corre peligro de atascamiento y estrangulación posterior, siendo una emergencia médico-quirúrgica de cuidado. Las hernias tienen como único tratamiento las hernioplastias, o resección total de las mismas.
Tumor maligno
En cuanto a tumoraciones en ingles, unas son benignas y otras malignas. Las benignas corresponden a quistes superficiales, adenopatías por infecciones locales o lipomas de sebo. Las tumoraciones malignas se encuentran adheridas a la piel. Son irregulares, duras y grandes, pueden ser indicio de cáncer en otros órganos como ovarios, recto, testículos o linfoma. También ser el ganglio satélite de un osteosarcoma en miembros inferiores.
Para diagnosticar adecuadamente cualquier patología se debe recurrir a una ecosonografía, escáner, tomografías etcétera. El descarte temprano favorece el pronóstico, por iniciar el tratamiento a tiempo en tumores malignos. Debemos prestar mucha atención ante la aparición de cualquier bulto en la ingle.
