El sonambulismo se ha catalogado como un trastorno del sueño, los pacientes que lo padecen suelen deambular por la noche sin despertarse. Esto es que, salen de su cama, caminan sin rumbo por la casa y hasta hablan, aun dormidos. Existen muchos mitos asociados a este fenómeno muy común, por cierto. Entre ellos, que no hay que despertarlos, que pueden morirse de golpe si se despiertan, que no sienten si se golpean etc.
El sonambulismo genera inquietud en la familia del que lo padece. Pues la persona actúa y se interrelaciona con los suyos, como si estuviera despierta. En algunos casos, se ha determinado que es genético, varios familiares de distintas generaciones pueden sufrir del mismo evento. Aún existe mucho que estudiar con respecto al sonambulismo, representando un reto para la neurología.
Otros sitúan al sonambulismo como un cortocircuito neuronal, del tipo de las convulsiones menores. Sobre todo, las asociadas a crisis parciales nocturnas, que se acompañan de temblores y movimientos involuntarios, localizados en un solo grupo muscular. A continuación, develaremos 5 mitos sobre el sonambulismo
1. Sucede todos los días
El sonambulismo como tal, el evento de caminar dormido por casa, no sucede todos los días en quienes lo padecen. Puede ser eventual, semanal o incluso mensual, o pasar mucho tiempo sin que ocurra. Otras veces suele darse todos los días de una semana, en fin, depende de que tan estresada esté la persona. Se ha determinado que depende de qué tan ansioso y preocupado esté el paciente en su vida diaria. Esto puede resultar en un incremento de los episodios de sonambulismo.
2. Es peligroso despertar a alguien con sonambulismo
En absoluto cobra una importancia extraordinaria despertar a un sonámbulo, como se ha difundido con este mito. Popularmente hay la creencia generalizada, de que pueden morir o condicionarles un infarto si los despiertan, darles una gran impresión etc. La realidad es que se sentirán confundidos o desorientados igual que cualquier persona que despertemos en el medio de la noche. Sobre todo, si está pasando la etapa del sueño profundo. Si lo encontramos deambulando por la casa, lo recomendable es llevarlo poco a poco a su cama. Y hablarles suavemente para que retomen el sueño normal.
3. Deben permanecer encerrados
A pesar de que representaría un peligro que un sonámbulo saliera de noche de la casa, para acceder a la calle. Tampoco es cierto que deben estar encerrados o bajo llave en un solo cuarto, esto limitaría sus excursiones haciéndose tal vez más daño.
Se deben tomar las medidas preventivas del caso, esto es, no dejar objetos punzantes o cortantes a su alcance. Cerrar bien puertas y ventanas, limitar elementos como fósforos o algo que les pudiera quemar etc. Muchos sonámbulos van a la despensa a comer de madrugada, se bañan o realizan tareas inimaginables dormidos. Con observar sus movimientos y traerlos lentamente de vuelta a la habilitación, será suficiente.
4. Aquellos con sonambulismo no sienten dolor al golpearse
Es totalmente falso el hecho de que un sonámbulo no sienta dolor al golpearse. Los obstáculos van a estar siempre en su camino al recorrer la casa. Bien sea escaleras, muebles, u objetos incluso que pueden herirle los pies o hacerlo tropezar. Su sensibilidad al dolor, calor y otros, no está limitada porque vaya profundamente dormido. La persona que lo guía a la cama de nuevo debe tener precaución con ello.
5. Caminan dormidos con los ojos cerrados
También es falso este mito referente a los sonámbulos. Los pacientes que lo padecen caminan con los ojos semicerrados o abiertos, como lo hacen despiertos, aun en el más profundo sueño. Eso explica cómo se trasladan por todas partes conociendo a la perfección cada rincón de su casa. Pueden ver todo durante sus exploraciones nocturnas y volver con éxito solos o acompañados a la cama. A pesar de estar realmente dormidos.