Las técnicas para aprender a escuchar no darán la posibilidad de poder actuar ante diferentes circunstancias en la vida. Tanto en el ámbito laboral, sentimental, escolar, ya que nos proporcionara el método y el modo. De lograr enfrentar cualquier tipo de problema. Ya que en muchos casos se nos imposibilita lograr hacerlo. Creemos que lo hacemos de forma natural al lograr oír.
Pero en realidad oír y escuchar son dos conceptos distintos. En donde se debe aprender a desarrollar el segundo. Nos librará de unas cuantas batallas épicas, tanto en nuestras relaciones laborales como sentimentales. En muchas ocasiones un matrimonio dependerá totalmente d esta capacidad. Es así como continuación aprenderemos unas cuantas técnicas. Para lograr desarrollar esta labor. Así que acompáñame a seguir leyendo.
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Somos lo que oímos
Según expertos en desarrollos empresariales en la actualidad, los grandes gerentes de corporaciones se convierten en mejores profesionales cuando logran aprender a escuchar aún más a sus empleados. Por lo tanto, escuchar lo que cada uno tiene que decir, da un valor incalculable en el posible rendimiento de los empleados que están bajo el mando de estos gerentes.
En primer lugar, el tener un vocabulario más amplio nos permite entender a un mucho más a quien nos está hablando. Propiciar el ambiente ideal para una conversación además trae enormes beneficios. Y si además tendemos a mostrar interés en la persona que nos habla de seguro se sentirá mucho mejor. Permitiendo que el trato sea reciproco.
Ahora bien, la capacidad de pensar nos da la capacidad de entender, es allí donde entendemos que la lectura es esencial. Así pues, los que aprender a poner más atención de seguro aprenderá a escuchar mejor. Nos alimentará nuestro vocabulario, nos dará la capacidad de entender y es allí cuando escuchar será natural, además de que podremos provocar empatía con nuestros semejantes. De esta manera, las relaciones personales y profesionales mejorarán notablemente.
No quiero prestar atención
En muchas ocasiones simplemente no estamos dispuestos a escuchar, sentimos el temor a ser influidos. A que nuestras ideas sean cambiadas, y siempre nos proponemos a que nuestra ideas sean impuestas. Nos creemos dueños de la verdad. Es posible pensar que la otra persona se encuentra equivocada y eso nos coloca en una posición difícil. Además siempre pretendemos que nuestra palabra este por encima de la de los demás.
Existen aquellos casos en los cuales decidimos ser selectivos con lo que escuchamos. Adicionado que entendemos el mensaje a nuestro modo y lo aplicamos según nuestros conceptos. Pero simplemente pueden aparecer factores que no nos hagan sentir identificados con la conversación. Como que el tema no interese. O que las distracciones resulten más importantes o que las emociones bloqueen el mensaje.
Técnicas que podemos aplicar para aprender a escuchar
Nuestro lenguaje corporal debe demostrar que estamos interesados en la conversación. Cuando logramos escuchar de forma detenida y no dejamos de hacer contacto visual es más sencillo. Así como mantenernos involucrados en el tema. Enfocarnos en la persona que habla y el tema es esencial.
Se debe precisar de no hacer interrupciones, ya que esta se puede alterar el contenido del mensaje. E incluso parecer grosero y descortés. Al final del mensaje realizar las preguntas debidas, si viene al caso. El interlocutor se siente bien cuando se le realizan preguntas al respecto. Así mimos debemos ser empáticos con quien conversamos. Ponernos en su lugar y en sus zapatos.
Es así como añadiremos aún más estrategias para lograr concentrarnos aún más en el tema. Como responder cuando se nos pregunta algo, interesarnos en el tema, involucrarnos en él. Y además lograr simpatizar con la persona que nos habla.