La técnica del anclaje es un tipo de programación neurolingüística que ayuda a que sintamos un estado emocional específico. Se basa en el uso de información sensorial, la cual estimula el tipo ciertos tipos de emociones.
Normalmente, nos encontramos rodeados del anclaje en nuestra vida diaria. Debido a esto, podemos comenzar a sentir cierta emoción o atraer algún recuerdo sin darnos cuenta. Cuando dominamos esta técnica de programación neurolingüística, es posible mejorar la concentración a través de los estímulos sensoriales. A continuación, vamos a hablar sobre lo que es la técnica del anclaje y cómo podemos utilizarla.
Índice
Orígenes de la técnica del anclaje
La técnica del anclaje fue desarrollada por el psicólogo ruso, Iván Pávlov, ganador del Premio Nobel en 1904. Pávlov estudiaba el comportamiento canino a la hora de alimentarse. Él descubrió que los perros salivaban en exceso cuando veían su plato de comida. Debido a esto, se dio cuenta que su plato funcionaba como un estímulo, el cual activaba su sentido del hambre.
Para estudiar la causa de la salivación a fondo, Pávlov decidió utilizar otros tipos de estímulos mientras el perro comía. Para ello, decidió tomar una campana mientras el perro comía durante un período de tiempo. Luego, el psicólogo decidió tocar la campana aunque no hubiese comido, haciendo que el perro salivara instintivamente. Este tipo de condicionamiento sensorial fueron las primeras bases de la técnica del anclaje.
¿Cómo funcionan las anclas en nuestra vida?
A lo largo de nuestra vida, nos encontramos la técnica del anclaje en diferentes situaciones, que nos causan sensaciones variadas. Algunos de los ejemplos comunes son las canciones que nos recuerden a un momento o persona específica. También nos puede afectar el olor de una comida, la fotografía de algún viaje o el aroma de un perfume.
Pero, existen algunos estímulos negativos que nos pueden causar sensaciones molestas. Por ejemplo, el sonido que recordemos de una experiencia traumática o una imagen que nos haya causado miedo. En estas situaciones, la técnica del anclaje siempre estará presente al activar nuestros recuerdos emocionales, aunque sean sensaciones negativas.
¿Cómo podemos utilizar la técnica del anclaje?
Con un poco de práctica, es posible utilizar la técnica del anclaje de forma manual, para poder estimular nuestros sentidos. Esto lo podemos realizar cuando queremos cambiar nuestro estado de ánimo, o sentirnos más felices. Lo primero que debemos hacer es intentar identificar qué tipo de emoción queremos tener, y si es posible obtenerla.
Después, tenemos que identificar el estimulante que nos haga sentir de esa forma. Por ejemplo, si queremos sentirnos felices, podemos escuchar alguna canción que nos traiga alegría. De esta forma, podemos utilizar la técnica del anclaje a nuestro favor. Pero debemos tener cuidado de encontrar el estímulo correcto. Esto se debe a que, al escuchar una canción que nos trate tristeza, podríamos encontrar resultados adversos.