El metabolismo es un proceso químico que realiza nuestro organismo para convertir las calorías consumidas en energía. Gracias a esto, podemos realizar diferentes actividades durante nuestra rutina diaria.
Lo que diferencia al metabolismo acelerado del lento dependerá de la dieta y la actividad física que el individuo realice. La edad y el peso también son fundamentales, ya que a medida que envejecemos, la síntesis de proteínas se reduce. Las personas que sufran de un desbalance hormonal también tendrán problemas con la velocidad del metabolismo.
Incremento del calor corporal
Debido a que el organismo trabaja mucho más rápidamente para sintetizar las proteínas, los individuos pueden sentir mayor calor corporal. Esto es uno de los principales síntomas del metabolismo rápido o acelerado. Este calor se produce en los músculos de nuestro cuerpo, el cual se produce de forma constante.
La sensación de calor producida por los músculos se puede sentir en cualquier momento del día. Es por eso que las personas con metabolismo acelerado poseen esta sensación incluso estando en momentos de reposo. Esto se debe a que, aunque no estemos realizando ninguna actividad, nuestro organismo se encuentra trabajando rápidamente en todo momento.
Mayores niveles de energía
Un individuo que posee el metabolismo rápido siente una enorme reserva de energía. Debido a esto, estas personas siempre están activas y suelen realizar las actividades físicas rápidamente. Esto se debe a que nuestro organismo trabaja de forma acelerada para poder absorber las calorías. Además, cuando esto sucede, las reservas de calorías adicionales serán llevadas a realizar otras funciones.
De la misma manera que una persona con metabolismo rápido se encuentra constantemente activa, esto puede traer otros síntomas. Por ejemplo, la frecuencia cardíaca de dicho individuo puede aumentar, incluso estando en estado de reposo. Además, la persona tendrá una respiración sumamente acelerada, debido a que necesitará de mayor cantidad de oxígeno en su organismo.
Menos sensación de saciedad
Una de las principales funciones del metabolismo acelerado es activar las enzimas de nuestro sistema digestivo. Cuando esto sucede, los alimentos consumidos son digeridos de forma más rápida de lo normal. Debido a esto, los individuos con el metabolismo rápido suelen sentir mayor sensación de hambre que otras personas.
A su vez, debido a que los alimentos son digeridos de forma más rápida, el organismo no se sentirá saciado. Es por eso que las personas con el metabolismo rápido suelen querer alimentarse constantemente. Esto sucede aunque el sujeto haya consumido un alimento sumamente pesado hace pocas horas.
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