La lengua permite al ser humano para masticar, tragar, expresarse, sentir gusto por los alimentos, etc. Se trata de uno de los órganos más importantes para desarrollar el día a día con toda normalidad. Entre las enfermedades que pueden atacarla está la glositis.
La glositis es la inflamación de la lengua. Puede aparecer de forma repentina (aguda) o permanecer durante mucho tiempo (grave). También se le conoce como infección lingual, lengua lisa, glosodinia o síndrome de la boca ardiente. No es grave pero causa molestias a quien la padece. Puede presentarse por varias causas, que hacen que la lengua se engrose, cambie de color y aparezcan lesiones en su superficie, a menudo muy dolorosas.
Síntomas de la glositis
- Inflamación de la lengua.
- Superficie lisa de la lengua.
- Coloración lingual muy roja o blanca.
- Manchas (lesiones) lisas, rojas, de forma irregular, en la parte superior de la lengua, que hacen que tenga aspecto de mapa.
- Irritación y sensibilidad de la lengua.
- Dificultad para masticar, deglutir o hablar.
- Cambios en la ubicación, el tamaño y la forma de las lesiones.
- Molestias, dolor o sensación de ardor al comer alimentos muy picantes o ácidos.
- En casos extremos puede bloquear las vías respiratorias.
Posibles causas y cómo se diagnostica
Normalmente la glositis es un síntoma de una enfermedad anterior. Algunas patologías se manifiestan a través de la inflamación o cambios en el aspecto de la lengua. Entre las causas más comunes de la glositis están las siguientes:
- Una reacción alérgica a cremas o enjuagues bucales, colorantes en los alimentos, plásticos en las prótesis dentales o algunos medicamentos.
- Infecciones de la lengua ocasionadas por virus, bacterias, hongos u otros micro organismos, los cuales pueden generar dolor, hinchazón, picazón o molestias.
- Anemia o falta de hierro u otros minerales en el organismo.
- Irritación por aparatos dentales mal ajustados, lo que ocasiona roce o fricción del aparato con la lengua.
- Quemaduras por alimentos o bebidas muy calientes.
- Alcoholismo, tabaquismo, el cigarro es el principal enemigo de la cavidad bucal.
- Algunos traumatismos bucales, como morderse la lengua al hablar o masticar, lo que puede ayudar a que se formen aftas o llagas.
- También puede deberse a un factor hereditario.
Para diagnosticar adecuadamente la glositis, el médico odontólogo o de otra especialidad hará un examen para buscar protuberancias parecidas a dedos en la superficie de la lengua, llamadas papilas, o inflamación lingual o parches de inflamación. Hará un examen minucioso al paciente, haciéndole preguntas detalladas con respecto a su historial clínico y/o estilo de vida para determinar las causas de la inflamación de la lengua. Se pueden hacer exámenes de sangre para descartar otras posibles afecciones.
Tratamiento
Con el tratamiento se busca disminuir la inflamación y el dolor. En la mayoría de los casos no se requiere que el paciente sea hospitalizado, a menos de que la lengua esté muy inflamada y bloquee las vías respiratorias. El tratamiento debe incluir: Buena higiene bucal, el correcto cepillado 2 a 3 veces al día y el uso de hilo dental. Antibióticos para tratar posibles infecciones. Cambios en la alimentación: evitar ingerir irritantes tales como alcohol, alimentos muy picantes, condimentados o calientes, y el tabaco. La glositis desaparecerá al suprimirse la causa o problema que la origina.