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Espina bífida y sus tratamientos

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La espina bífida es una condición donde los huesos en la columna vertebral no cubren completamente la médula espinal, dejándola expuesta ¿Habías oído sobre esta condición? Si no sabías conoce sobre la espina bífida y sus tratamientos.

Índice

  1. ¿Qué es la espina bífida?
  2. Los tipos de espina bífida
  3. ¿Cuáles son los síntomas?
  4. Tratamiento de la espina bífida
    1. Opciones quirúrgicas
    2. Terapia física y ocupacional
    3. Tratamiento para la incontinencia intestinal

¿Qué es la espina bífida?

Como se mencionó en un principio la espina bífida es una condición que se hace presente en la columna vertebral. Los síntomas varían de leves a severos y pueden afectar el desarrollo físico o intelectual.

Es un problema congénito, presente antes del nacimiento y es causado por el cierre incompleto del tubo neural embrionario

Existen cuatro tipos principales de espina bífida y son:

La mielomeningocele es el tipo más grave y los síntomas también lo son, en cambio en la espina bífida oculta los síntomas pueden ser apenas perceptibles.

La cirugía y otras opciones de tratamiento pueden mejorar la calidad de vida de una persona con síntomas graves.

Durante el primer mes después del nacimiento, el embrión desarrolla una estructura tisular primitiva conocida como el tubo neural.

Esta estructura se desarrolla en los huesos, los nervios y el tejido. Con el tiempo, forman el sistema nervioso y la columna vertebral, que protege y rodea los nervios.

En la espina bífida, el tubo neural y la columna vertebral no se desarrollan de forma adecuada, porque la columna vertebral no se cierra completamente, entonces la columna vertebral permanece expuesta a lo largo de varias vértebras.

Espina bífida y sus tratamientos

Se forma un saco en la espalda del feto cuando las membranas y la médula espinal se expulsan, el saco puede estar cubierto de meninges o membranas.

Los tipos de espina bífida

Como lo mencionamos anteriormente existen cuatro tipos principales de espina bífida.

Espina bífida oculta: Esta es la forma menos dañina, la mayoría de los pacientes no tienen signos ni síntomas neurológicos. Puede haber un pequeña marca de nacimiento, hoyuelo o mecho de pelo en la piel donde se encuentra el defecto espinal. Es posible que la persona nunca sepan que tiene espina bífida a menos que una prueba para otra condición los revele por casualidad.

Defectos del tubo neural cerrado: En esta condición puede haber una variedad de defectos potenciales en la grasa, los huesos o las meninges de la médula espinal. En muchos casos, no existen síntomas, no obstante, en algunos casos existe parálisis parcial e incontinencia urinaria e intestinal.

Meningocele: La médula espinal se desarrollar de forma normal, pero las meninges o membranas protectoras que la rodean, atraviesan la abertura de las vértebras. Las membranas se extirpan de forma quirúrgica, por lo usual con muy poco o ningún daño a las vías nerviosas.

Mielomeningocele: Es la forma más grave de la espina bífida. En esta condición, la médula espinal está expuesta, causando parálisis parcial o completa del cuerpo debajo de la abertura.

¿Cuáles son los síntomas?

Un bebé que nace con espina bífida puede tener o desarrollar:

Si la abertura en las vértebras ocurre en la parte superior de la columna vertebral, existe una mayor probabilidad de parálisis completa en las piernas y otros problemas con el movimiento en otras partes del cuerpo.

Si las aberturas están en el centro o en la base de la columna vertebral, los síntomas tienden a ser menos graves.

¿Qué es la espina bífida?

Tratamiento de la espina bífida

El tratamiento depende de varios factores, principalmente de la gravedad de los síntomas y de cómo se encuentra el paciente.

Opciones quirúrgicas

Cirugía para reparar la columna vertebral: esto se puede hacer dentro de 2 días posteriores al nacimiento. El cirujano reemplaza la médula espinal y cualquier tejido o nervio expuesto al cuerpo del recién nacido. Luego se cierra la brecha en las vértebras y se sella la médula espinal con músculo y piel.

Si se presentan problemas más tarde relacionado con el desarrollo óseo, como la escoliosis o las articulaciones dislocadas, puede ser necesaria una cirugía correctiva adicional. Un refuerzo en la espalda puede ayudar a corregir la escoliosis.

Cirugía prenatal: El cirujano procede abrir el útero y repara la médula espinal del feto, por lo general durante la semana 19 a 25 del embarazo. Este tipo de cirugía puede recomendarse para reducir el riesgo del deterioro de la espina bífida después del parto.

Parto por cesárea: Si la espina bífida está presente en el feto, es probable que el parto sea por cesárea.

Hidrocefalia: La cirugía puede tratar la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.

Terapia física y ocupacional

Terapia física: Esto es vital y de suma importancia, ya que ayuda a la persona a ser más independiente y evita que los músculos de las extremidades interiores se debiliten. Los aparatos ortopédicos especiales para las piernas pueden ayudar a mantener los músculos fuertes.

Tecnología de asistencia: Un paciente con parálisis total de las piernas necesitará una silla de ruedas. Las sillas de ruedas eléctricas son convenientes, pero las manuales ayudan a mantener la fuerza de la parte superior del cuerpo y el estado físico en general.

Los aparatos ortopédicos para piernas pueden ayudar a las personas con parálisis parcial. Las computadoras y el software especializado pueden ayudar a aquellos con problemas de aprendizaje.

Terapia ocupacional: Esto puede ayudar al niño a realizar actividades cotidianas de manera más efectiva, por ejemplo cómo vestirse. Además puede fomentar la autoestima y la independencia.

Tratamiento para la incontinencia intestinal

Una dieta especial y algunas técnicas de entrenamiento para el baño pueden ser necesarias.

Dieta: Una dieta saludable y equilibrada con mucha fibra es esencial para evitar el estreñimiento, sin embargo, demasiada fibra puede causar diarrea. Tener un diario de alimentos ayudará a mantener un registro de alimentos adecuados.

Enema: Los niños que no han respondido a los tratamientos pueden beneficiarse de los enemas que limpian el intestino durante 2 a 3 días.

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