Escarlatina: diagnóstico y tratamiento

La escarlatina es una enfermedad bacteriana, producida por la bacteria estreptococo. Esta bacteria es conocida por ser la principal causa de la amigdalitis y la faringitis estreptocócica. A su vez, es sumamente común en niños y jóvenes menores de 14 años.

También conocida como fiebre escarlata, la escarlatina de caracteriza por estar acompañada de un fuerte dolor de garganta. A su vez, esta enfermedad también suele presentar fiebre alta y la aparición de un sarpullido alrededor de la piel. Estos síntomas suelen persistir durante un período de varias semanas, o hasta que la enfermedad sea tratada. A continuación, vamos a hablar del diagnóstico y los tratamientos más efectivos para tratar la escarlatina.

Causas de la escarlatina

Como queda dicho, la escarlatina es causada por una bacteria conocida como estreptococo del grupo A. Esta bacteria suele alojarse en la faringe y la garganta del paciente, por lo que puede contagiarse con suma facilidad. Dicha bacteria puede alojarse en superficies y viajar por el aire a través de estornudos.

Los jóvenes más pequeños son más propensos a contagiar esta enfermedad, siendo más grave en estos pacientes. Es normal que, luego de entrar en contacto con una persona que sufra de esto, nos contagiemos de la misma. Luego de un período de un par de días de incubación, el paciente puede comenzar a sufrir los síntomas.

Diagnóstico

Para determinar si un paciente sufre de escarlatina se debe realizar una revisión del estado de la garganta. Si ésta muestra un tono rojizo, el médico puede determinar si se trata de una irritación o una infección bacteriana. Para determinar la presencia del estreptococo, el médico debe tomar una muestra faríngea.

Al tomar la muestra de la faringe, se debe realizar un cultivo y una prueba de laboratorio. También se puede hacer una prueba llamada exudado faríngeo, el cual determinará la causa de la enfermedad. A su vez, es necesario que realizar una revisión física para detectar si la erupción es causada por la misma.

Tratamientos para la escarlatina

El descanso y los medicamentos son los tratamientos más efectivos para la escarlatina. Es necesario que el paciente tome antibióticos durante el período recomendado por el médico. De no ser así, es posible que la enfermedad sufra de alguna complicación en el futuro. Por ejemplo, la infección puede extenderse a otras partes de nuestro cuerpo, causando enfermedades más complicadas.

Además, es necesario que el paciente reciba otros medicamentos que puedan ayudar a tratar la fiebre alta. El consumo de líquidos abundantes también puede ayudar a aliviar los síntomas de la escarlatina. Es importante que el paciente reciba una o dos semanas de descanso. Esto se debe a que las erupciones necesitan de mayor tiempo para desaparecer completamente.

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