Todos hemos sentido nervios en algún momento de nuestras vidas e incluso aún seguimos sintiendo nervios por alguna situación a la que nos vemos enfrentados. Por eso conoce cómo puedes calmar los nervios.
Índice
¿Por qué nos ponemos nerviosos?
Los sentimientos de nerviosismo son causados por nuestra respuesta de lucha o huida. Cuando comenzamos a sentir nervios, nuestro cuerpo se prepara para luchar o huir en respuesta a una situación. En la prehistoria el sentir nervio era parte de las habilidades naturales de supervivencia del cuerpo.
En términos fisiológicos cuando nos ponemos nerviosos, nuestro sistema nervioso simpático (SNS) se activa y esto es responsable de nuestra respuesta de lucha o huida. Como resultado, se comienzan a tener algunos de los siguientes síntomas:
- Comenzamos a transpirar.
- Nuestra frecuencia cardíaca y presión sanguínea aumentan.
- Sentimos ansiedad.
- A veces se puede sentir dolor en el pecho o corazón.
- Las pupilas se dilatan.
Otro de los síntomas que pasa es que nuestras glándulas suprarrenales liberan adrenalina y desvían los vasos sanguíneos de nuestro estómago de su función normal y esta es la razón porque sentimos “mariposas” en el estómago.
Una vez que se activó la respuesta de lucha o huida, es muy difícil volver a apagarla, es decir, nos cuesta calmarnos frente a la situación de estrés que nos estamos enfrentando.
Esto sucede porque tan pronto como registra el hecho de que nos sentimos nerviosos, el cerebro recibe una señal de que existe algún tipo de amenaza, por lo tanto, continúa estimulando la respuesta de lucha o huida hasta que la situación de amenaza haya pasado.
Aunque puede parecer imposible desaparecer la respuesta de lucha o huida, existen varios métodos que nos pueden ayudar a aliviar los sentimientos de nerviosismo. Conoce cómo calmar los nervios con estos remedios naturales.
Calmar los nervios con métodos naturales
1. Reducir la cafeína
La cafeína es un estimulante, por ende, cuando nos sentimos nerviosos, las bebidas como el café aumentan nuestro ritmo cardíaco y pueden amplificar nuestros sentimientos de nerviosismo. Cuando tomamos cafeína en el período previo a alguna situación que sabemos que nos pondremos nervioso o estresados, puede provocar que hablemos más rápido de lo normal y claramente este comportamiento es un signo revelador de los nervios.
Si sabes que es muy probable que te sientas nervioso antes de un gran evento como una entrevista de trabajo o alguna presentación grupal, es recomendable que evites tomar cafeína.
Si quieres beber algo, puedes reemplazar la cafeína como el agua, jugo de fruta o un té de hierbas. El té de manzanilla es una buena alternativa sin cafeína, además contiene crisina, un flavonoide responsable de las propiedades relajantes.
2. Ejercicio
Los beneficios que otorga el ejercicio tanto para la salud física y mental están ampliamente conocidos y respaldados por investigaciones. Así que no es una sorpresa que el ejercicio ayuda a calmar los nervios.
El ejercicio funciona para contrarrestar el estrés, la ansiedad y la depresión mediante la producción de endorfinas, que son hormonas liberadas por la glándula pituitaria que ayudan a aliviar el dolor e inducir sentimientos de placer y euforia.
Si tienes alguna reunión, entrevista u otra situación que te provoca nervios aumenta tu régimen de ejercicio, ya que te te ayudar a despejar las preocupaciones y aliviar los nervios.
3. Remedios herbales
Los remedios herbales son una muy buena opción para ayudar a calmar los nervios. Te ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. Los té de hierbas se pueden usar durante el tiempo que sea necesario.
4. Sales de Epsom y aceites esenciales
Las sales de Epsom se encuentran en manantiales naturales en Inglaterra y se usan principalmente para relajar los músculos y aflojar las articulaciones rígidas. Se cree que el agua descompone las sales de Epsom en magnesio y sulfato y que éstas se absorberán a través de la piel mientras se toma un baño de sal de Epsom.
Se cree que el exceso de adrenalina, causado por sentirse nervioso y ansioso drena el cuerpo de magnesio, que es un calmante natural para el estrés. El magnesio es un electrolito necesario para la producción de serotonina que es un químico que estimula el estado de ánimo creado en el cerebro.
Tomar un baño de sal en Epsom puede ayudar a reponer el magnesio perdido y promover la relajación. También se pueden agregar aceites esenciales como la lavanda y la manzanilla que también tienen un efecto relajante en el sistema sensorial.
5. Ejercicios de respiración
Las técnicas de respiración profunda también pueden ayudar a aliviar los nervios. Cuando respiramos desde el vientre, se envía un mensaje al cerebro para que se pueda relajar y así este mensaje se envía al resto del cuerpo.
Esto hace que más oxígeno pase a nuestros pulmones y ayude a regular el ritmo cardíaco y la presión sanguínea.
6. Reinterpreta los nervios como un signo de emoción
Existen investigaciones que ha encontrado que reinterpretar los nervios como un signo de excitación. Eso permite a las personas tener una mentalidad más abiertas en lugar de tener pensamientos amenazada frente a una situación de estrés.
Se ha demostrado que decir frases positivas a sí mismo como “Estoy emocionado” reprograma la respuesta del cerebro frente a la situación de estrés. El cerebro entonces usará la excitación y la emoción en lugar de los nervios.
No debemos intentar reprimir como nos sentimos, en lugar de eso debemos ¡emocionarnos! Se debe usar el lenguaje corporal y tratar de tener confiar en nosotros.
Consejos para calmar los nervios
Estos fueron solo algunos consejos de cómo calmar los nervios, pon en práctica algunos de estos y verás cómo te ayudarán a aliviar los nervios.
Los sentimientos de ansiedad y nerviosismo son causados con mayor frecuencia por nuestras creencias y cómo pensamos acerca de una situación en lugar de pensar que todo saldrá bien. Empezamos a imaginarnos toda una serie de eventos que aún no han sucedido y esto provoca que nos pongamos aún más nerviosos.
Se debe tener presente que las maneras de aliviar los nervios no desaparecerán por completo, porque aún tenemos ese instinto básico de supervivencia conectado a nuestros cerebros, por lo que nos sentimos nerviosos en un momento u otro.