Las relaciones abusivas y tóxicas no sólo son aquellas que implican maltrato físico. El abuso emocional es un tipo violencia que puede afectar significativamente una relación, tanto sentimental como familiar.
Hoy en día, se reconoce que la gran mayoría de las relaciones sufren de ciertos niveles de abuso emocional. Este tipo de abuso es completamente peligroso, ya que puede cambiar de una forma importante el comportamiento de una persona. Además, es una de las causas más frecuentes de la depresión y la ansiedad. Para evitar esto, es necesario conocer algunas señales que presentan estos tipos de relaciones tóxicas. A continuación, hablaremos de cómo detectar el abuso emocional.
Problemas de autoestima
Las palabras pueden afectar completamente a una persona, incluso dañando su autoestima y su comodidad personal. Esto es uno de los primeros síntomas de un abuso emocional por parte de un ser querido. Esto sucede debido a que estos tipos de abusadores siempre van a atacar la estabilidad mental y los sentimientos.
Una persona que es víctima de un abuso emocional va a comenzar a tener problemas de autoestima. Debido a esto, no tendrá la suficiente seguridad para hacer algunas cosas, e incluso sentirá problemas con su imagen personal. Además, siempre tratará de buscar la validez de su abusador, aunque este siempre cuestione las cosas que la víctima realice.
La dependencia emocional
El abuso emocional también está sumamente ligado a la dependencia emocional, tanto del perpetrador como de la víctima. Por una parte, el abusador siempre buscará la manera de manipular a su víctima para evitar que la relación termine. De esta manera, utilizará amenazas de suicidio y dirá que sin la otra persona, nunca podrá ser feliz. Pero, este discurso suele ser vacío y será utilizado para controlar a la otra persona de mantener la relación activa.
En la otra cara de la moneda, la víctima de abuso emocional sentirá la necesidad de mantenerse junto al abusador. Debido a esto, estará convencida que la otra persona la necesita y es lo único que lo mantiene con vida. De la misma forma, también comenzará a sentir una necesidad de dependencia con su abusador.
El control es abuso emocional
Un abusador siempre tratará de controlar a su víctima de cualquier forma posible. En este caso, el abuso emocional se basa en el uso de palabras convincentes, que pueden afectar a la víctima. El abusador tratará de controlar cómo la otra persona debe actuar o las acciones que debe realizar en su día a día. También obligará a la persona a utilizar la vestimenta, utilizando recursos como la vergüenza corporal.
Al mismo, el perpetrador del abuso emocional mantendrá total control de la vida social de su víctima. Con esto, el abusador obligará a la otra persona a pasar más tiempo con él, alejándola de amigos y familiares. También tratará de manipular las decisiones laborales y económicas de la víctima. Esto lo realiza para su propio beneficio, aunque a la larga puede ser perjudicial para la otra persona.
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