En el transitar de la vida de una pareja, pueden presentarse algunas circunstancias que generen inseguridades y resquemores con respecto al otro. Estas situaciones aparecen sin darnos cuenta y pueden dar paso a los celos compulsivos o infundados. Existen algunos cónyugues o novios que piensan que al celar a su pareja están diciéndole abiertamente que lo aman. Y por otro lado aseguran que quien “no cela no quiere al otro”. Pero es bien sabido que se trata de una conducta hostil, infantil y que denota inferioridad, baja autoestima e inseguridad.
El ser una persona celosa compulsiva acarrea problemas a la larga, ya que invade la privacidad de su pareja y crea desconfianza mutua. Este aspecto no tiene que ver con la edad, condición ni género, se observa de forma muy común. Por otro lado, es visto en sociedad de manera poco agradable y con la etiqueta de inmadurez para la persona. A continuación veremos 10 señales de celos compulsivos.
1. Tienes celos compulsivos si controlas lo que hace tu pareja
Las personas celosas desean saber en todo momento lo que hace el otro, a qué hora entra y sale, con quién habla y con quién tiene cualquier interacción. Estas conductas son signos inequívocos de que se está celando compulsivamente.
2. No dejas que tenga vida social
Pretender que la pareja no haga más nada que estar a nuestro lado es patológico también. No dar el espacio correspondiente para sus hobbies, trabajo y vida social, bien con amigos y familia, es de una condición celosa compulsiva.
3. Revisas su teléfono celular
El revisar su móvil a escondidas o abiertamente habla de una total desconfianza en la pareja y es una intromisión en su privacidad. No es recomendable y acusa gran inmadurez del individuo. Además es un arma de doble filo si se llega a encontrar alguna razón para celar, ya que sería más grave la situación.
4. Tienes celos compulsivos si inspeccionas sus pertenencias
El revisar su cartera, documentos, facturas, ropa y correos, son otras de las estrategias que los celosos usan bastante. Todo ello con la misión de averiguarle la vida a su pareja ¿qué compró?, ¿qué tarjetas y teléfonos tiene y de quién? Si consiguen restos de lápiz labial en la ropa, perfumes o algún mensaje por correo, todo cuenta para celar. Convirtiéndose en una cacería compulsiva diaria.
5. No quieres que tenga amigas o amigos
El interferir en las amistades del cónyugue o novio es un recurso muy usado para que la pareja no desvíe su atención a otros. Que su único norte sea la persona celosa y no dejar que se maneje en sociedad adecuadamente, ni tener actividades sanas con amistades. Es claro que por ejemplo los hombres gustan de practicar algunos deportes juntos o tomarse un trago. Y en las damas, el salir a la peluquería, merendar o ir de compras con sus afines, constituye un escape normal. Las rutinas o actividades realizadas con amistades son un bálsamo muy importante a su vez para la relación.
6. Tienes celos compulsivos si llamas y escribes en exceso
Un recurso común para mantener cautiva a la pareja, o sea, atada todo el tiempo a nuestros deseos, es llamarlo constantemente. Es desagradable recibir de 10 a 12 llamadas diarias o mensajes de texto interminables. Esto solo da rienda suelta a los celos compulsivos. Y con el interés de saber ¿Dónde está? ¿Con quién? ¿A qué hora llega? ¿Qué está haciendo? etc.
7. Tienes celos compulsivos si crees que te es infiel
Es altamente sospechoso de ser un celoso compulsivo, el dudar a priori de todo lo que haga, diga o de cómo se conduzca la pareja. Así se comporte de manera impecable su conyugue, el celoso vuelca todos sus temores a ser abandonado, pensando en infidelidades. En el fondo posee eso, un gran temor al abandono, bien sea arrastrado desde la infancia o por alguna pérdida. Esta pérdida ha podido dejarlo marcado y con desconfianza.
8. No escuchas su versión de los hechos
Esto de no escuchar razones esgrimidas por la persona amada ante circunstancias que le hacen defenderse, es una total negación. Los celos compulsivos pueden expresarse también como una negación de la cruda realidad, de que tal vez, sean ciertas sus sospechas.
9. Tienes que darle permiso para salir
El asumirse la mamá o el representante de la pareja, el monopolizarlo para sí, es lo que hace que algunos individuos. Caigan en esta línea tan delgada y peligrosa del cambio de roles. Ni la pareja es de uno, ni la posee, ni es un infante para conducirle salidas, horarios ni permisos. Totalmente claro que son celos compulsivos y cambio de rol en la pareja, el acto de darle permiso para salir.
10. Tienes celos compulsivos si lo persigues y espías
Y por si todo lo anterior, no fuera suficiente hay parejas que se espían, o persiguen bien detrás de las puertas u oyendo conversaciones. A través de amigos comunes, en el trabajo o hasta con detectives privados, llegando al colmo de los celos y deseando encontrar pruebas. Dichas pruebas que sean fehacientes de algún desliz para armar problemas, disputas y amargarse la vida en pos de una relación toxica. A veces ni es amor el sentimiento que los mueve, sino que tal vez sea más bien una obsesión nada sana.
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