Síntomas de parásitos intestinales

Las infecciones parasitarias intestinales son afecciones muy comunes del sistema digestivo. Los parásitos son organismos que absorben los nutrientes presentes dentro de otros organismos, y viven a través de ellos. Existen muchos tipos de parásitos que pueden infectar a los seres humanos, pero los síntomas son muy parecidos entre sí. En el presente artículo exploraremos más a fondo los síntomas y causas de los parásitos intestinales.

Por lo general, las personas adquieren infecciones parasitarias a través de la ingesta de alimentos y aguas contaminadas. Los productos animales suelen ser los más propensos a causar infecciones parasitarias intestinales, sobre todo en su estado crudo. Los vegetales también pueden contener ciertos tipos de parásitos si no se lavan adecuadamente, y si no se cocinan del todo. Asimismo, el agua que consumimos también puede estar contaminada con parásitos intestinales, que luego se alojan en nuestro organismo.

Síntomas

Como mencionamos anteriormente, existen varios tipos de parásitos intestinales, pero todos causan síntomas en común. Las personas que padecen de parásitos intestinales suelen quejarse de cólicos molestos justo después de comer. Dichos cólicos se presentan al nivel del ombligo, en una región cercana al intestino delgado, donde se albergan los parásitos. Estos organismos se alimentan de las paredes del intestino delgado, irritando y pinzando los nervios del sistema digestivo.

Con la presencia de lombrices intestinales, comienza a existir un aumento de los episodios de diarrea. La diarrea viene acompañada de fuertes cólicos al nivel del vientre bajo. A veces los cólicos no se detienen, incluso después de haber expulsado las heces. La diarrea constante se produce por la presencia de parásitos intestinales pequeños. Cuando habitan lombrices grandes en el intestino, la diarrea es lo último en aparecer. En estos casos las lombrices se muestran en las heces, debido a una sobrepoblación en el intestino.

Otro síntoma determinante de parásitos intestinales es la fatiga en extremo. Esto se debe a que los parásitos absorben todos los nutrientes antes de que el cuerpo los sintetice. En este caso las personas pueden sentirse agotadas muy fácilmente y con falta de energía. La presencia de parásitos intestinales puede conducir a cambios en el apetito, tanto un aumento como una reducción. La reducción del apetito se debe a la reproducción de lombrices, que producen sensación de llenura. Y el aumento del apetito es causado por la falta de nutrientes y la necesidad de una mejor alimentación.

Tratamiento y recomendaciones para los parásitos intestinales

Ante cualquiera de los síntomas mencionados en el apartado anterior, es recomendable una visita al médico gastroenterólogo. El especialista realizará los estudios pertinentes para determinar qué clase de parásito afecta al paciente y cuál será el tratamiento. Por lo general, los parásitos intestinales se combaten con dosis específicas de antiparasitarios. Con la aplicación de los antiparasitarios debe seguirse un régimen firme para acabar con la infección. Durante este proceso, el médico también podrá agregar suplementos minerales y vitamínicos, para reponer la deficiencia dejada por los parásitos.

La mejor forma de evitar sufrir de infecciones por parásitos intestinales es la prevención. Asegúrate de tener el control de todo lo que ingieres, ya sean alimentos o bebidas. Lávate las manos muy bien después de ir al baño y al estar en contacto con animales y personas. Cocina con insistencia las carnes vacunas, así como la carne de cerdo y el pollo. Escoge bien los vegetales que compras y lávalos con mucha atención. No consumas aguas de dudosa procedencia, y adquiere un filtro especializado para tu hogar.

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