El pie equino es una deformación del pie, la cual puede surgir como un factor genético. Esta condición se presenta desde el nacimiento, produciendo problemas en el bebé para poder caminar.
Esta deformidad se presenta como una inclinación anormal del pie, con la zona del metatarsiano inclinadas hacia adelante. Por su parte, el talón se encuentra elevado, por lo que el paciente no podrá apoyarlos al caminar. Debido a los problemas al caminar producidos por esta patología, se recomienda tratarla durante los primeros meses de nacimiento. A continuación, vamos a hablar sobre las causas y los tratamientos de esta condición.
Índice
Causas del pie equino
Actualmente, no se conoce la causa específica del pie equino, pero se cree que puede producirse por un factor genético. Este tipo de deformidad también es conocida normalmente como pie zambo. Esta se produce en pacientes que tengan familiares que hayan sufrido de esta condición. Este tipo de pie equino también puede presentar otros tipos de deformidades.
Por otra parte, esta deformidad también puede ser producido debido a algunos problemas neurológicos. Cuando esto sucede, pueden aparecer problemas de formación en el tendón de Aquiles. En estos casos, dicho tendón posee mucha más tensión, produciendo la deformidad en el pie. Al mismo tiempo, esta condición puede producirse como una secuela de alguna lesión o traumatismo plantar.
Tratamientos no quirúrgicos para el pie equino
Normalmente, es posible tratar el pie equino sin la necesidad de una intervención quirúrgica. Para esto, es posible realizar algunos ejercicios de estiramiento, los cuales aliviarán la tensión del tendón de Aquiles. Este tipo de tratamiento puede ser realizado en los niños recién nacidos. Gracias a esto, es posible prevenir que el paciente sufra de problemas para caminar en el futuro.
Uno de los tratamientos más importantes para este problema es el método Ponseti. Este método se basa en colocar el pie en una posición ideal, para luego enyesarlo o utilizar una férula plantar. Es necesario realizar este tratamiento por lo menos dos veces por semana. De esta manera, puede ayudar a tratar esta deformidad sin la necesidad de una intervención quirúrgica.
Tratamientos quirúrgicos para el pie equino
En caso que el método Ponseti u otros tratamientos no puedan tratar esta afección, es necesaria una intervención quirúrgica. Las cirugías para poder corregir esta deformidad tratarán de reformar la tensión producida en el talón de Aquiles. Además, podrá mejorar la flexibilidad y movilidad del pie.
La intervención quirúrgica para el pie equino debe realizarse en pacientes que tengan por lo menos 10 meses de edad. Luego de la cirugía, es importante realizar ciertas terapias para ayudar al paciente con su recuperación. El uso de yesos o de plantillas ortopédicas puede ayudar al individuo con su rápida recuperación de la cirugía.
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