La tripanosomiasis africana, mejor conocida como la enfermedad del sueño, es causada por dos parásitos inoculados al organismo. Se produce a través de la picadura de un insecto, que sólo se halla en la región subsahariana de África. Al que se le denomina comúnmente la mosca tse-tsé. Estos insectos resultan infectados con el parásito a través de la sangre de los animales. Su picadura suele ser dolorosa y al infectar la sangre con el parásito, éste comienza a reproducirse. Luego termina extendiéndose por todo el organismo a través del torrente sanguíneo. A continuación los detalles.
Causas de la enfermedad del sueño
La principal causa de esta peligrosa enfermedad es la picadura de la mosca tse-tsé. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el padecimiento puede ser causado por la transmisión de madre a hijo durante la gestación. Bien sea por picaduras de otros insectos hematófagos, por utilización de jeringas contaminadas o por contacto sexual.
Síntomas
Una semana posterior a la picadura comienzan a aparecer los primeros síntomas:
- Dolor de cabeza y de los músculos
- Estados febriles
- Prurito generalizado
- Sensación de debilidad
- Inflamación de los ganglios o adenopatía
A medida que la infección afecta distintos sistemas del organismo como el cardiovascular, el renal y el endocrino, surgen otros síntomas como:
- Pulso acelerado
- Anemia
- Pérdida de peso
- Retención de líquidos con aparición de edemas.
Cuando el parásito invade el sistema nervioso surgen los cambios repentinos de humor. Incluso, estados de somnolencia durante el día e insomnio durante la noche. En el progreso de la enfermedad los signos de debilidad de acrecientan, lo que se conoce como signo de Kerandel o de llave. La cual, es la incapacidad de girar una llave dentro de la cerradura debido a los dolores intensos en la muñeca. En la última etapa de la enfermedad, el paciente entra en estado de coma y finalmente fallece.
Prevención
Al carecer de una vacuna, la principal manera de luchar contra esta enfermedad es la prevención. Fumigar las zonas donde anidan estos insectos es vital para evitar su reproducción.
Además, es primordial tomar ciertas medidas de forma individual como prevención:
- Procurar mantenerse alejados de zonas donde puedan existir insectos infectados.
- Utilizar atuendos frescos y de colores claros que cubran la mayor extensión del cuerpo.
- Utilizar repelente de insectos en cuyos componentes se encuentre talato de dimetilo.
- Fijar un mosquitero alrededor de la cama, impregnado con deltametrina, asegurándose que no existan aberturas.
Diagnóstico
Un examen sistemático realizado a las poblaciones expuestas para detectar a los pacientes en las primeras fases de la enfermedad es uno de los principales métodos para combatirla, intentando así reducir las zonas de infección. Al realizar un diagnóstico antes de una etapa avanzada se evitan procedimientos terapéuticos complicados y riesgosos.
Estas evaluaciones consisten, en primer lugar, en pruebas parasitológicas y serológicas que pueden incluir punciones en los ganglios linfáticos y, en otros casos, es posible que sea necesario una punción lumbar para extraer liquido cefalorraquídeo y así determinar en qué fase se encuentra el paciente para administrar el tratamiento adecuado.
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